¿Qué son las adicciones psicológicas o adicciones sin drogas?
En los últimos tiempos nos hemos encontrado con formas de adicción diferentes a las habituales y de las que carecemos de la suficiente investigación científica y bibliográfica. Estas formas de adicción son las que conocemos con el nombre de adicciones no tóxicas y que llevan consigo un importante número de adeptos en nuestra sociedad actual.
Las adicciones psicológicas o no químicas son aquellas en las que se produce un uso inadecuado de una conducta «normal» o incluso saludable y son cada vez más frecuentes. En algunos casos funcionan como conductas sobreaprendidas que llevan a consecuencias negativas y cuya adquisición se debe a la repetición de comportamientos que en un principio suponían placer como ocurre con el juego, el sexo y las compras.
En otros casos las adicciones no químicas o sin drogas surgen como estrategias de afrontamiento hacia condiciones personales de malestar, como por ejemplo jugar a las máquinas tragaperras con el objetivo de hacerle frente a la sensación de soledad y tristeza.
En el contexto de las adicciones psicológicas se habla de tolerancia, cuando la persona necesita aumentar su conducta en intensidad y frecuencia, con el fin de conseguir el grado de excitación que alcanzaba al principio. Este es el caso del adicto a las compras, que debe comprar cada vez más productos con el fin de sentirse en un estado de equilibrio, aunque estos no se necesiten o no tengan una utilidad. En estas adicciones también pueden aparecer indicadores clínicos característicos del síndrome de abstinencia, entendidos, como un conjunto de síntomas que aparecen cuando la persona deja de realizar esa conducta.
Realmente, cualquier actividad que provoca satisfacción en nuestra vida diaria, podría convertirse en conducta adictiva, y son un reflejo de una sociedad sostenida por principios en los que el triunfo se identifica con la obtención de bienes materiales, con el tener, y no con la realización profunda de la persona.
Tipos de adicciones psicológicas
- Adicción a internet, móvil, videojuegos…
- Adicción a las compras físicas u on line.
- Adicción a la comida o a ciertos alimentos.
- Adicción al sexo.
- Adicción al trabajo.
- Adicción al juego o ludopatía.
- Adicción al deporte.
A continuación vamos a comentar más detalladamente las más habituales:
Adicción a las compras
La adicción a las compras tanto físicas como online, sigue un claro patrón adictivo, dado que la satisfacción que produce es momentánea, generando sentimientos negativos por el dinero gastado, (culpa, vergüenza…), que desaparecen volviendo a comprar.
Los compradores compulsivos se caracterizan por:
- Sufren impulsos incontrolables, y recurrentes, por comprar, la mayoría de las veces objetos inútiles e innecesarios.
- Repiten la conducta de compra, sin tener en cuenta las consecuencias negativas que esta conlleva.
- Necesidad urgente e irreprimible de comprar.
- Fracasan en muchos intentos de controlar el gasto.
- Graves pérdidas económicas.
- Graves problemas familiares, sociales y laborales.
La adicción a las compras esta sufriendo un aumento significativo con las compras online, ya que, esto facilita las compras rápidas e impulsivas, ya que, ahora las compras pueden realizarse en cualquier momento del día, tenemos 24 horas para comprar y en cualquier día de la semana. Todas estas comodidades y facilidades favorecen la adicción a las compras, puesto que, ahora el comprador compulsivo podrá satisfacer su necesidad en cualquier momento en el que aparezca la necesidad.
Otro factor que empeora la adicción a las compras online son las facilidades de pago, ahora la mayoría de páginas te permiten guardar tu tarjeta y, en un sólo click, tienes ya pedido eso que tanto parece que necesitas y, al día siguiente o un par de días después, lo tendrás en tu casa comodamente con sólo haber apretado un botón y, además, con la sensación de no haber gastado dinero, porque al pagar con tarjetas y no haber manipulado dinero da más sensación de no haber gastado y aumenta la posibilidad de descontrol económico.
Y, como último punto, hablar de otro factor que aumenta las adicciones a las compras, tanto físicas cómo online, que es la publicidad. Estamos inmersos en un mar de ofertas, promociones y publicidad por todas partes pero, a nivel online, en todo momento, con nuestras búsquedas, nos ponen bombardeos de publicaciones o anuncios de aquello que deseamos, lo que hace que frenar el impulso de comprar sea mucho más complejo y que haya más probabilidades de que aparezca una adicción y de que si ya la presenta la persona sea más difícil escapar de ella.
Adicción al sexo
El sexo es un elemento esencial para el bienestar de cada uno de nosotros y de la pareja pero, como todo, en exceso puede convertirse en un problema generando la adicción al sexo.
Como en cualquier otra adicción, en la adicción al sexo, para la persona que la padece, su vida empieza a girar en torno al sexo, aumentando su frecuencia, tanto a nivel de fantasías, como de la utilización compulsiva de diversos medios (Por ejemplo: Internet, prostitutas…) o el comportamiento sexual abierto, no discriminado y compulsivo con conductas sexuales anónimas o no, pero múltiples y breves.
En resumen, para la persona adicta al sexo, tener sexo se convierte en una necesidad imperiosa que si no se consigue cuando y donde aparece el impulso, se desencadena una ansiedad, enfado y síndrome de abstinencia intolerante en la persona y que le llevará a hacer cualquier cosa para conseguirlo.
¿Qué síntomas aparecen en la adicción al sexo?
- Pensamientos frecuentes y ruumiantes sobre el sexo a lo largo del día que pueden ocupar más del 64% de los pensamientos diarios.
- “Necesidad urgente» en realizar la conducta.
- Conductas sexuales explícitas. La mayoría de los adictos al sexo necesitan al menos una conducta sexual diaria con pareja o con ellos mismos como mínimo.
- Tolerancia progresiva: Necesidad de incrementar la intensidad o frecuencia de la conducta sexual, disminuyendo progresivamente el tiempo entre un encuentro sexual y el siguiente.
- Negación del problema y autoengaño.
Adicción a la comida
La adicción a la comida sería la necesidad imperiosa de buscar y consumir compulsivamente determinados alimentos, sin tener en cuenta las consecuencias nocivas que presenta, como las implicaciones en la salud que conllevan los alimentos con alto contenido de azúcares y/o de grasas.
Estos comportamientos adictivos suelen aparecer en diferentes trastornos alimenticios como el trastorno por atracón, la bulimia nerviosa o la obesidad, y aunque se relaciona con la obesidad, las personas con peso normal también pueden padecer adicción a la comida o a determinados alimentos.
La adicción a la comida aún no ha sido considerada un trastorno independiente, si que está estudiándose puesto que la comida como el resto de adicciones estimula el sistema de refuerzo cerebral y genera dopamina pero no en cantidades tan grandes como para crear una adicción. Lo que está más extendido y lleva a esta conducta impulsiva es la ansiedad por comer. Muchas personas utilizan la comida para gestionar algunos estados de ánimo como la ansiedad, la tristeza o la desazón. Al no sentirse bien utilizan la comida hipercalórica para sentir alivio y sienten una necesidad imperiosa por comer.
Adicción al juego
La ludopatía crea tolerancia, dependencia y, finalmente adicción, lo que provoca una alteración progresiva de la conducta que desemboca en una significativa falta de control del impulso de jugar, ignorando cualquier consecuencia negativa, obsesionándose con el juego y dándole prioridad frente a su trabajo, familia, salud, dinero… A veces, el jugador patológico se ve obligado a cometer hechos delictivos, que incluso van en contra de su naturaleza, para conseguir dinero u otros medios que le permitan mantener su conducta adictiva de juego.
El juego patológico se clasifica en el DSM-IV-R (Manual de los criterios diagnósticos) como un trastorno del control de los impulsos, que también incluyen la cleptomanía, piromanía y tricotilomanía.
La ludopatía se caracteriza fundamentalmente porque existe una dificultad para controlar los impulsos de jugar, y que en cierto sentido tiende a manifestarse en practicar, de manera compulsiva, uno o más juegos de azar. Afecta a la vida diaria de la persona que padece esta enfermedad adictiva, de tal forma que la familia, la alimentación o incluso el sexo pasa a ser algo totalmente secundario. Por todo ello, no se debe de confundir la ludopatía con un vicio, ya que en estos casos nos encontramos ante una grave enfermedad crónica, una adicción.
Consecuencias que padecen las personas con esta adicción:
- Sufren impulsos incontrolables.
- Repiten la conducta de juego, sin tener en cuenta las consecuencias negativas que esta conlleva.
- Graves pérdidas económicas.
- Graves problemas familiares, sociales y laborales.
La adicción a las apuestas online
La adicción a las apuestas online, entraría dentro de la ludopatía que como sabemos es un trastorno en el que la persona se ve obligada, por una urgencia psicológicamente incontrolable, a jugar, de forma persistente y progresiva, afectando de forma negativa a su vida personal, familiar, laboral, etc.
El juego online se ha duplicado en un año y, de su mano, los casos que encontramos de dependencia. El aumento progresivo y constante de máquinas de apuestas y de juegos online se empieza a percibir de forma notable en los centros de tratamiento de adicciones. El número de personas que pide ayuda es cada vez mayor y ha crecido en los últimos meses, a la par de como han aumentado las opciones que existen de jugar tanto en los bares como por Internet desde el móvil, casa, etc.
Los últimos datos recogidos dejan ver que aunque el sector preferido sigue siendo el de las apuestas deportivas, la comodidad de acceder desde casa a los juegos de casino online como las máquinas tragaperras, el póker, la ruleta y el blackjack ha hecho que empiecen a ocupar un lugar importante entre los usuarios.
Cual es el perfil del adicto a las apuestas o juegos online
El perfil de los adictos que buscan ayuda es varon y menor de 35 años. En la mayoría de los casos cuentan con un sueldo estable, aunque se vuelven económicamente dependientes debido a las deudas que ocasionan. Casi siempre el problema lo descubren las familias porque se han gastado en diversas ocasiones todo el dinero del hogar.
Pero, al igual que no todos los que beben son alcohólicos, no todos los que juegan van a ser ludópatas. En ese sentido, la ludopatía llega cuando existe dependencia y abuso, es decir, cuándo se produce una pérdida del control de los impulsos y mientras esto no se produce, el juego puede ser adecuado.
Como influye la adrenalina en las apuestas deportivas online
En las apuestas, la ludopatía aumenta porque, el problema es doble. Por un lado, por la accesibilidad que se tiene, es muy sencillo porque en cualquier bar puedes encontrar una máquina. Por otro lado, la sociedad se ha transformado, han aparecido las nuevas tecnologías y podemos jugar en cualquier sitio y a cualquier hora.
A todo ello esto hay que añadir que cuando se ha apostado los partidos se ven con un nivel de adrenalina superior, que luego te pide el cuerpo. Además, actualmente existen muchas más combinaciones posibles a la hora de poder ganar dinero. Antes con las quinielas, ponías 1, X o 2 y esperabas. Ahora, se puede elegir quien gana, qué equipo marcará primero, quién marcará los goles o cuál será el resultado en la primera parte de un partido. Al haber más fracciones a las que apostar, la gente se pica mucho más.
¿Cómo detectar si una persona sufre adicción al juego y a las apuestas online?
Tener a un amigo o un ser querido con un problema de adicción puede ser extremadamente difícil. Aquí tienes algunas pautas que pueden ayudarte. Determina si tu amigo o ser querido tiene un problema. Hay varias señales que pueden mostrarte si alguien puede tener adicción a las apuestas.
Responde estas preguntas:
- ¿Alguna vez ha pasado muchos días o semanas seguidos apostando o pensando en apostar?
- ¿Aumenta sus apuestas o apuesta aún más para tratar de recuperar sus pérdidas?
- ¿Está deprimido cuando no apuesta o intenta alejarse de su hábito de apostar?
- ¿Apuesta como escape de su vida diaria o para estar triste, enfadado, etc?
- ¿Alguna vez ha mentido sobre la frecuencia de sus apuesta o cuánto ha perdido?
- ¿Ha vendido, empeñado o robado cosas para pagar apuestas?
Cómo puedo ayudar a alguien adicto al juego?
- Lee libros e investiga en Internet sobre esta adicción. Aprende todo lo que puedas para ganar el máximo conocimiento, así podrás confrontar a la persona con su problema. Investiga psicólogos, psiquiatras y centros de tratamiento que se especialicen en la adicción a las apuestas. Obtén información sobre sus tratamientos y condiciones de acceso.
- Habla con tu amigo o pariente sobre su problema. No le juzgues o confrontes. Elabora la lista de preguntas del paso 1 y escuchar sus respuestas para determinar si piensa que tiene un problema.
- No abandones. Si tu amigo o pariente no admite que tiene un problema, no te rindas. Sigue trabajando con él para que admita su adicción.Una vez que reconozca que tiene un problema, dale los nombres de los centros y tratamientos para que puede asistir y buscar información.¿Conoces a alguien con este problema? ¿No sabes como ayudarle?
La adicción a las nuevas tecnologías e internet
Se caracterizan por el uso compulsivo y descontrolado de la tecnología (Internet, móviles, consola…). Generan todo tipo de problemas personales, familiares, financieros, sociales y laborales.
Las consecuencias más frecuentes para las personas con este tipo de adicciones son:
- Nerviosismo y ansiedad.
- Aislamiento social.
- Irritabilidad.
- Agresividad.
- Insomnio.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta que 1 de cada 4 personas sufre trastornos de conducta vinculados con las nuevas tecnologías. En España, se calcula que entre un 6 y un 9 por ciento de las personas que usan habitualmente Internet podría haber desarrollado algún comportamiento adictivo.
En general, definimos una adicción como una actitud o conducta generada como consecuencia de una dependencia. La adicción es el abuso habitual, independiente de la voluntad, de una sustancia o actividad, con resultado de dependencia.
Si quieres saber cómo identificar si tu hijo, amigo o tú mismo está enganchado a la red, el móvil o a las nuevas tecnologías, te cuento como hacerlo y cómo prevenir esta adicción a internet.
¿Qué problemas presenta?
Una persona que presenta síntomas de adicción, antes de estar enganchado a internet, ha podido sufrir alguno o varios de estos problemas o situaciones.
- Tiempos de conexión muy prolongados con fines recreativos a lo largo de cada día. Permanecer alrededor de 3 o 4 horas al día conectado supone un aislamiento de la realidad y un desinterés por otros temas, pudiendo llevar a trastornos de conducta, además de al sedentarismo o a la obesidad.
- Descuidar otras áreas importantes de su vida como el trabajo, las relaciones personales, el descanso, la alimentación…
- Problemas de personalidad: timidez excesiva, baja autoestima, rechazo de la imagen corporal…
- Personas insatisfechas con su vida o con carencias afectivas, que intentan suplir relacionándose en un mundo virtual.
- Tener problemas psiquiátricos previos como depresión, ansiedad social, hostilidad…
¿Cuáles son los síntomas de la adicción a internet?
- Privarse de sueño para estar conectado.
- Descuidar otras actividades importantes, como las relaciones familiares y sociales, el estudio o la salud.
- Recibir quejas de personas allegadas por el uso excesivo de internet.
- Tener como pensamiento dominante a lo largo del día el conectarse y sentirse irritado excesivamente cuando la conexión falla o es muy lenta.
- Mentir sobre el tiempo real que se está conectado.
- Intentar limitar el tiempo de uso de Internet sin conseguirlo.
- Que conectarse a internet sea lo primero que uno hace por la mañana y lo último que hace al acostarse por la noche.
- Reducir el tiempo dedicado a tareas cotidianas como comer, dormir, estudiar o relacionarse con la familia, para dedicarlo a estar más tiempo conectado.
- Siente gran satisfacción y euforia cuando está frente al ordenador o la consola.
- Piensa en internet o los videojuegos cuando está haciendo otras cosas.
- En casos extremos, alteraciones físicas causadas por las horas que está delante de la pantalla: ojos secos o lagrimeo, dolores de cabeza, de espalda, de muñeca…
Si tu hijo presenta algunos de estos síntomas, puedes hacerle este TEST para comprobar si posiblemente es adicto a internet.
¿Cómo puedes prevenirlo?
- Limita los sitios o las actividades en las que utiliza el ordenador o el teléfono móvil: mientras estudia, en clase, viendo una película, en un concierto, en una reunión de amigos o familiares.
- Uso de los dispositivos en un horario adecuado y establece un tiempo máximo. Necesita descansar por las noches así que, apaga el móvil, la tablet, la videoconsola o el ordenador cuando se vaya a dormir.
- Cuida la seguridad en los dispositivos que utiliza. Hay numerosas amenazas a nuestra privacidad: intrusiones, accesos a información confidencial, ciberbullying, vulneración del secreto del correo electrónico, programas maliciosos (malware) que espían y recogen datos privados, empresas que espían sobre nuestros gustos para realizar ofertas o propuestas que conecten mejor con nuestras fragilidades, etc.
- Diversifica su ocio: que no ocupe todo tu tiempo libre con las nuevas tecnologías. Busca otras actividades de ocio que puedan satisfacerle más.
- Limita el tiempo de conexión a la red en casa, así como la ubicación de los ordenadores en lugares comunes (el salón, por ejemplo) y el control de los contenidos, constituyen estrategias de interés (Mayorgas, 2009).
- Busca ayuda profesional si la situación se ha vuelto incontrolable y le provoca ansiedad.
¿Tiene tratamiento?
Ante este tipo de adicciones exite tratamientos que consisten en el trabajo de aspectos psicológicos y de aprendizaje encaminados a:
- Aprender a organizar el tiempo de ocio y a gestionar la ansiedad y otras emociones displacenteras sin emplear internet como refugio, evasión o alternativa al afrontamiento del problema.
- Apreciar el estar solo o sola y hacerlo sin tener “aparatos” a tu alrededor.
- Atribuir confianza y autocontrol a la persona para que ella misma salga del automatismo y el uso perjudicial del móvil, internet o las redes sociales.
- Atribuir responsabilidad para resolver “problemas”, entender lo que significa y qué función tiene el uso de las tecnologías para la persona.
Cómo prevenir la adicción a las nuevas tecnologías
La adicción a las nuevas tecnologías consiste en el consumo abusivo de algún dispositivo o servicio como el ordenador, el móvil, Internet, las redes sociales o los videojuegos (siendo los más peligrosos los juegos MMORPG (“juego de rol multijugador masivo en línea”), donde uno juega con un grupo de amigos, o en ocasiones incluso no sabes ni quiénes son.
A pesar de ser considerada una adicción específica, comparte una serie de características comunes con otras adicciones como pérdida de control, síndrome de abstinencia, dependencia psicológica, interferencia en distintos ámbitos y pérdida de interés por otras actividades.
¿Te gustaría saber si tu hijo/a tiene una adicción a las nuevas tecnologías?
A continuación te mostramos algunos de los signos de alerta para saber si estás delante de una adicción:
- Síntomas de ansiedad y estrés, siendo la realización de la conducta adictiva lo único que le tranquiliza.
- Alteraciones en el sueño.
- Restricción de los intereses.
- Disminución del rendimiento escolar.
- Aislamiento social.
- Se vuelve irascible e irritable con los demás.
- Utiliza la mentira para tapar o justificar algunas de sus conductas.
- Descuidan sus problemas personales.
- No son conscientes de su problema.
¿Qué pueden hacer los padres para prevenir estas conductas adictivas?
- Establecer un horario de uso.
- Colocar los ordenadores en lugares comunes de la casa.
- Buscar actividades alternativas para ocupar el tiempo libre deporte, lectura, actividades al aire libre, …)
- Evitar dormir con el móvil cerca.
- Supervisar el uso de las nuevas tecnologías (dependiendo de la edad del menor, esta supervisión será más o menos intensa).
- Las actividades que implican a las nuevas tecnologías se deben realizar cuando hayan cumplido previamente con sus responsabilidades.
- Enseñe al menor a proteger su privacidad
- Explique a su hijo/a el riesgo de ponerse en contacto con desconocidos.
- Como padres, es importante estar al día de las nuevas tecnologías para que esto no suponga una barrera entre usted y su hijo.
- Potenciar su autoestima y unas buenas habilidades sociales que les permitan el desarrollo de buenas relaciones interpersonales.
Los padres son un gran ejemplo para los niños, de hecho, en muchas ocasiones tienden a repetir nuestras conductas, por eso es importante que prestemos especial atención al uso que nosotros hacemos de las mismas.
¿Mi hijo/a es adicto al móvil, tablet o videojuegos?
Son vacaciones y aumenta el tiempo libre de los pequeños de la casa, además, nuestra sociedad ha cambiado y el acceso a Internet 24 horas al día y el tener a mano multitud de aparatos tecnológicos de última generación está desencadenando una de las amenazas tecnológicas que más preocupa a los especialistas y a los padres de los adolescentes y, no tan adolescentes, por que cada vez los niños empiezan antes a ser usuarios de las tecnologías. Aproximadamente el 3% de los jóvenes mayores de 18 años son adictos a las nuevas tecnología, y el 8.1% está en riesgo de serlo. Estos valores nos demuestran que estamos ante un problema que va aumentando cada día, y que puede acabar afectando a la evolución y a la salud mental de nuestros hijos, generando una gran demanda sanitaria.
Síntomas de la adicción a las TIC
Estos son algunos de los síntomas que nos pueden llevar a mantenernos alerta y hacernos sospechar que nuestro hijo presenta un problema de adicción a las nuevas tecnologías, aunque como adicción propiamente dicha sólo un psiquiatra o psicólogo puede determinarlo.
- Dificultades para dormir y conciliar el sueño
- Reacciona con enfado y rabietas cuando apagamos la consola, ipad, móvil, etc
- Cuando no le permitimos tener su cantidad diaria de tecnología presenta estados de ansiedad incluso se pone agresivo.
- Nuestro hijo prefiere estar todo el día pegado a la “maquina” que realizar otro tipo de actividades que antes le gustaban.
- Observamos que tiene menos comunicación con nosotros
- Ha disminuido su rendimiento académico
- Pasa más de 3-4 horas usando aparatos tecnológicos
¿Qué podemos hacer como padres?
Si detectamos que nuestro hijo presenta un problema de uso excesivo de las nuevas tecnologías podemos empezar a paliarlo realizando algunas actividades alternativas:
- Proponle actividades que le interesen que le alejen de las pantallas, actividades sociales con otros niños o jóvenes de su edad, practicar algún deporte u otras actividades al aire libre.
- Establece límites y normas respecto a las nuevas tecnologías, marca un tiempo máximo de uso.
- Infórmale sobre el tema y los riesgos, puede ser interesante que consultemos con un especialista si tenemos dudas de cómo hacerlo.
- Marca prioridades y responsabilidades respecto a sus actividades diarias.
- Como primera medida, prohibirle el uso total no es aconsejable, no obstante, déjate guiar por un experto, ya que cada caso es único.¿Crees que tu hijo/a puede tener este problema?No dudes en consultar con un especialista, no tardes más en poner solución!
Hasta el próximo día.