Hoy vamos a hablaros de la INTELIGENCIA EMOCIONAL, ya que, ésta juega un papel determinante en la formación de la futura personalidad de vuestros hijos.
La inteligencia emocional es “la capacidad para auto-observar emociones propias y de los demás, regular y utilizar esta información para solucionar problemas” (Peter Salovey, 1997). Es decir, es la capacidad de conocerse emocionalmente y poder percibir, además, las emociones de los otros e intervenir en ellas.
Entenderse emocionalmente es imprescindible para conseguir un adecuado bienestar emocional, pero si además somos capaces de identificar las emociones de los demás y actuar en consecuencia ante ellas, tendremos un mayor éxito en nuestras habilidades sociales y relaciones con los demás. Esta capacidad proporciona que una persona resulte más óptima en la solución de sus propios problemas o de los demás, mejor afrontamiento a situaciones adversas y, en definitiva, más satisfacción y percepción de bienestar emocional. Esta capacidad, por tanto, puede ser muy provechosa en situaciones como conseguir un trabajo, enfrentarse a un examen o resolver de un modo más exitoso dificultades cotidianas que puedan aparecer en el día a día.
Como padres/madres, nos vemos en la responsabilidad de educar en el más amplio significado de la palabra, a nuestros hijos; pero en ocasiones, desconocemos la forma de trabajar la parcela emocional.
Por eso, es importante saber que la Inteligencia emocional se puede desarrollar, entrenar y fortalecer a través de las experiencias de la infancia, por lo tanto, es imprescindible empezar a trabajarla desde pequeños.
Juego de Cartas EmotyColor
A continuación, os presentamos el Juego de Cartas EmotyColor del Centro Serendipia con las que podemos trabajar la inteligencia emocional en los niños. Consiste en un conjunto de cartas en las que el protagonista es una estrella con las distintas emociones básicas y cada una de estas emociones está en un color (similar al juego UNO). Con este juego pueden jugar de forma individual o en grupo.
Aquí os dejamos algunas de las variantes o mini-juegos que podemos poner en práctica con esta baraja:
1.- Los niños deberán ir escogiendo cartas al azar. Cuando tengan su carta, primero leerán en qué consiste esa emoción y más tarde, pondrán un ejemplo de una situación en la que hayan experimentado esa emoción. Puede ser una situación reciente o pasada.
2.- Les pediremos a los niños que clasifiquen las emociones entre agradables o positivas y desagradables o negativas.
3.- Una vez hayamos leído todas las emociones, iremos poniendo diferentes ejemplos de situaciones, para que los niños nos digan cómo se sienten en cada una de ellas. Por ejemplo: ¿Cómo te sientes cuando vas al parque con tus amigos?
4.- Tendrán que poner ejemplos de qué sensaciones experimentan en su cuerpo cuando sienten cada una de estas emociones. Por ejemplo: tensión, dolor de barriga, calor…
5.- En este juego, el niño/a deberá utilizar la mímica para representar cada una de las emociones y el resto de compañeros tendrá que adivinar de cuál se trata.
Esperamos que estos juegos sean de gran utilidad para vosotros y sobre todo, para vuestros hijos.
Si los probáis, dejad vuestros comentarios contando vuestras experiencias. ¡Muchas gracias!
¡Hasta pronto!
Juego para mejorar la inteligencia emocional: «De perruco… ¡a perruco!»
Nuestra entrada de hoy va dedicada a un juego que nos ha encantado por lo divertido que es y por la enseñanza que aporta. Vamos a ver “De Perruco a Perruco”, un juego donde las emociones son las protagonistas y nos ayudarán a entrenar y mejorar la inteligencia emocional, tanto la nuestra como la de los más pequeños de la casa, ya que aunque se presenta principalmente en un formato infantil, lo cierto es que su uso está diseñado tanto para niños como para adultos. Una forma amena de tratar un tema tan importante como este bien merece una entrada para presentarlo. Vamos a conocer a continuación este material, que esperemos que os guste tanto como a nosotras.
Introducción
Desde nuestro centro, siempre defendemos que la inteligencia emocional es una gran herramienta para saber manejar y afrontar los diferentes sucesos y situaciones de la vida y, por consiguiente, sentirnos mejor. La gestión de las emociones es básica en nuestro día a día, más sin embargo, algo tan importante no se enseña en los colegios.
Saber reconocer lo que sentimos, por qué lo sentimos y cómo manejarlo nos ayuda y facilita la vida, ya que cada cosa que hacemos y pensamos nos genera alguna emoción. Nunca es tarde para aprender, no obstante un gran momento es la niñez, pero ¿cómo lo hacemos? Hoy vamos a ver un juego que va a ayudar a los más pequeños, a conocer y aprender las emociones básicas, de forma divertida y amena.
El juego
“De perruco… ¡a perruco!” es un material, que se presenta colorido y atractivo para los menores. Está indicado a partir de 4 años, aunque también pueden jugar los adultos, ya que no tiene edad final de recomendación. Consta de un tablero con casillas enumeradas y con diferentes imágenes que emulan una emoción; un dado y cuatro fichas de diferente color, que representan a cada jugador, además de una baraja de cartas en las que se nombra una emoción.
Nuestro protagonista, Perruco, es un perro blanco que al ir pasando por cada casilla que nos toque cuando tiremos el dado, iremos viendo diferentes emociones, pues este juego propone varias maneras diferentes de utilización, detalladas en el interior.
“De perruco… ¡a perruco!”, a través de las cartas de la baraja, propone una clasificación de 12 familias de emociones y cada una de ellas, con 5 niveles distintos de intensidad, para poder mostrar de manera fácil, los diferentes matices y riqueza que alberga cada familia de emociones.
Las 12 familias representadas en 5 niveles de intensidad diferentes son:
- Familia de la Sorpresa
- Familia de la Seguridad
- Familia del Amor
- Familia de la Curiosidad
- Familia del Orgullo
- Familia del Miedo
- Familia de la Ira
- Familia del Asco
- Familia de la Culpa
- Familia de la Tristeza
- Familia de la Vergüenza
Objetivos del juego
Uno de los grandes objetivos de este material es dotar al menor de un vocabulario emocional más extenso, para que aprendan, conozcan y reconozcan diferentes estados emocionales y, con ello, mejoren también algo tan importante como su expresión emocional, haciéndolo de forma más rica y precisa.
Además, en su página web, nos facilitan un descargable con la definición de cada una de las emociones. Del mismo modo, en la web proponen actividades que pueden desarrollarse en el aula e información para sacarle más partido a este juego. Como veis, es un material muy completo, útil y, sobre todo, divertido para los niños.
Los autores y creadores de este material, se inspiran en gran medida, en las clasificaciones e ideas de Begoña Ibarrola, Roberto aguado, Eduard Punset, Rafael Bisquerra, etc.
Ahora que estamos en verano y los pequeños tienen más tiempo libre, este juego puede ser una gran propuesta para que se diviertan aprendiendo algo que les va a acompañar toda la vida, las emociones y, con ello, también consigan entrenar su inteligencia emocional. Te animamos a conocerlo y, por qué no, a que juguemos con los peques de la casa y comprobemos nuestros conocimientos y manejo de las emociones, que nos genera tanto el día a día, como hechos puntuales más significativos.
Como hemos apuntado en otras entradas de este blog, compartir buenos momentos en familia es sumamente importante y éste, además de una propuesta divertida, es didáctica.
¡A divertirnos en familia!