Ya está aquí el buen tiempo y es momento de disfrutar de uno de los mejores momentos: LAS VACACIONES. ¿ya tienes planeados tus días lejos del trabajo? Según algunas encuestas, parece que el 36% de los trabajadores no planean usar sus días de vacaciones y el 37% no coge más de una semana al año. Sin embargo, las vacaciones aportan grandes beneficios, por ello, vamos a enumerarlos en este artículo.
Si te gusta irte de vacaciones tanto como a nosotras y abandonar por unos días la rutina y “desconectar” de todo y de todos, dedicando unos días, solo y exclusivamente al disfrute y relajación, este post te interesa, ya que, vas a ver que las vacaciones son imprescindibles para tu salud mental.
La realidad es que las vacaciones son más que necesarias, ya que nos ayudan a poder cambiar el chip y gracias a las agradables características de los meses de verano, nos permiten disfrutar y cargar las pilas para afrontar el frío y duro invierno que nos esperará.
¿Por qué necesitamos las vacaciones?
Las vacaciones de verano suponen para cualquier persona un tiempo de desconexión necesario tras la rutina que supone el trabajo, los estudios, etc. Aportan significativos beneficios tanto físicos como psicológicos que influirán de forma positiva en la posterior vuelta a la rutina, ya que, nos van a permitir recargar las energías y recuperar fuerzas para iniciar un nuevo período.
¿Cuánto tiempo deberían durar las vacaciones?
La forma más beneficiosa de disfrutar de las vacaciones sería tomarlas en breves períodos de tiempo varias veces al año, ya que, sufriríamos menos trastornos y problemas si tomáramos descansos más frecuentes de tiempos más cortos. Como esto anterior es complicado, por no decir imposible, repartirse las vacaciones en varios períodos a lo largo del año sería lo más conveniente de duración de 10-12 días es perfecto, ya que, es un tiempo suficiente para desconectar pero no tan largo para que la vuelta al trabajo sea complicada y difícil.
Durante las vacaciones es muy importante intentar vivir el «aquí y ahora» disfrutar el momento, pensar en otras cosas y realizar otro tipo de actividades e intentar no llevarse los problemas estos días para que realmente el descanso sea reparador y seamos capaces de volver a la rutina con las pilas cargadas y renovados para retomar las obligaciones y responsabilidades con mayor entusiasmo, compromiso y motivación.
Beneficios de las vacaciones
El periodo de vacaciones tiene una serie de beneficios tanto a nivel fisiológico como psicológico, enumeramos a continuación sus ventajas:
Entre los beneficios más importantes cabría destacar que son un medio excelente para superar la ansiedad y dejar atrás las tensiones estresantes.
- Descenso de la presión arterial. Un estudio estadounidense destacó que las personas que no disfrutan de vacaciones tienen un 30% más de probabilidades de padecer una enfermedad cardíaca que aquellos que si que disfrutan de ellas. Por lo que las vacaciones, ayuda a prevenir enfermedades cardíacas como hipertensión.
- Disminuyen el estrés. Los días de descanso se genera una desconexión de la presión laboral y de las tareas, las responsabilidades se reducen y el cuerpo y mente de los trabajadores puede recomponer el estado de salud al estar alejados de las principales fuentes de estrés.
- Mejora el estado anímico. Uno de los más significativos beneficios de las vacaciones es la mejora del estado emocional de las personas. En vacaciones puedes retomar tus relaciones sociales con amigos y familiares, también suponen una oportunidad para generar nuevas relaciones y vivir nuevas experiencias.
- Potenciar la calidad del sueño. Estas dos últimas características mencionadas contribuyen a este factor de favorecer la mejora del sueño. Los españoles dormimos una media de poco más de siete horas al día y los expertos recomiendan un mínimo de ocho. La reducción de estrés y el aumento del bienestar, entre otros factores, ayuda a la conciliación de un sueño de mejor calidad.
- Vivir más tiempo. Tener como mínimo unas vacaciones al año, aumenta en un 20% la calidad de vida y, como hemos dicho disminuye el riesgo de enfermedad coronaria.
- Mejora la salud mental. Quienes se toman días libres frecuentemente son menos propensos a la depresión, la tensión y el cansancio.
- Potenciar las relaciones. Las vacaciones ayudan a revitalizar relaciones personales, de pareja, de familia, incluso, las relaciones laborales, al distanciarse de vez en cuando del contacto diario con los compañeros.
- Potenciar la creatividad y la inspiración. Al permanecer en un ambiente diferente, e incluso, en algunas ocasiones nuevo, el cerebro piensa diferente, de forma que se encuentran nuevas fuentes de inspiración y creatividad, generando nuevos aprendizajes.
- Ser más productivo. Los días de descanso puede generar a las personas que los disfrutan la posibilidad de ser más efectivas durante las vacaciones para que los días sean provechosos. Además, al regresar descansados al trabajo, se mejora la productividad.
- Disfrutar de la familia. Las vacaciones pueden son propicias para planificar actividades junto a la familia, donde se crean espacios para escucharlos y retomar los sueños en conjunto.
¿Cuanto tiempo duran los efectos beneficiosos de las vacaciones?
Todo lo enumerado anteriormente es fantástico pero… ¿hasta qué punto siguen permaneciendo los beneficios de las vacaciones? No existe unanimidad respecto a este tema, pero los estudios parecen afirmar que no más de medio mes.
Estas son las conclusiones que saca Jessica de Bloom, profesora de la Universidad de Radboud (Países Bajos), en su estudio. Esta investigadora de psicología hizo un seguimiento a 96 trabajadores holandeses y atendió a cinco variables: estado de salud, de ánimo, tensión, energía y satisfacción.
En esta investigación, los trabajadores observados volvieron en mejor estado del que se fueron, se prolongó el seguimiento durante más tiempo y se observó que los niveles empezaron a disminuir a partir de la primera semana, hasta desaparecer por completo los efectos positivos en solo dos.
¿Qué es el síndrome postvacacional?
El síndrome postvacacional sí que existe, aunque, es cierto que afecta más a unas personas que a otras, de la misma forma, que es variable su duración pero no suele ser superior a un mes. No es ninguna enfermedad, sino más bien un proceso emocional normal, más o menos negativo en cuanto a que se relaciona con la satisfacción personal que cada uno obtenemos del trabajo. Consta de un conjunto de alteraciones emocionales y físicas que aparecen a la vuelta al trabajo, tras largos periodos de descanso.
Síntomas del síndrome postvacacional
Los síntomas del síndrome postvacacional reflejan un estado de ánimo que se expresa mediante un rechazo al trabajo tras este período más o menos prolongado de vacaciones se caracterizan y dividen en síntomas emocionales y síntomas fisiológicos:
- Entre los síntomas emocionales destaca la ansiedad, la antipatía, la desgana, la tristeza, características bastante parecidas a las que puede tener una persona con depresión.
- Los síntomas fisiológicos más frecuentes son las dificultades para dormir, el cansancio continuo, dolores de cabeza frecuentes, malestar general en forma de tensión muscular o dolores gástricos.
¿La depresión postvacacional es una enfermedad?
La llamada depresión post-vacacional NO es una enfermedad, sino un proceso emocional normal, más o menos negativo en cuanto que se relaciona con la satisfacción personal que cada uno obtenemos del trabajo.
¿Por qué se produce?
La principal causa es el horario irregular, seguida del cambio en el ritmo diario y en los ciclos y rutinas cotidianas, cambio en las comidas y sobre todo, en nuestra actividad social y de relaciones. Si a todo esto le añadimos la vuelta a un entorno de demandas y exigencias y a un ritmo que nos hace modificar bruscamente nuestros hábitos de las últimas semanas, tenemos muchas posibilidades de ser víctimas del conocido síndrome post-vacacional.
Consejos para recuperar la rutina después de vacaciones
Lo más normal es que durante estas últimas semanas hayamos alterado nuestros hábitos alimentarios, de sueño, etc, y cometido algunos excesos, por lo que es posible que estos primeros días de vuelta a la normalidad nos encontremos más cansados de lo habitual y nos cueste adaptarnos, o incluso que suframos el llamado «Síndrome Post-vacacional».
Según los expertos, el periodo de adaptación al trabajo después de la vuelta de vacaciones es de entre una y dos semanas.
Para afrontar todo esto mejor, hoy te traigo varios trucos para afrontar de manera exitosa el final de las vacaciones. Lo principal es saber ver el lado bueno de la situación y recuperar unos hábitos saludables. ¡Toma nota!
Primero que nada, debes tener muy claro que es un malestar propio de los primeros días y debes evitar darle demasiada importancia. Eso sí, si transcurridos los primeros 15 días no sientes mejoría y observas que la tristeza va a más, pide ayuda a un especialista porque el problema tiene un serio riesgo de derivar en una depresión leve transitoria a un estado de “burn out”. Esto le ocurre, nada menos que al 7% de los trabajadores.
- Descansa bien. Puede que durante las vacaciones nos hayamos acostumbrado a estar despiertos hasta mucho más tarde, pero es importante, lo antes posible, hacer un esfuerzo por volver a tener una rutina de acostarnos y levantarnos a la misma hora para así dormir las horas necesarias.
- Los primeros días, no estés pendiente del reloj mirando la hora cada momento. Quita todos los relojes que haya a tu alrededor para que la jornada no te resulte interminable.
- Tómate los primeros días con filosofía, avisa a la menor cantidad de personas posibles que te has reincorporado al trabajo e intenta no llevarte trabajo a casa las primeras semanas (a ser posible nunca). Es necesario cumplir con las responsabilidades, pero también lo es satisfacer las necesidades de ocio y descanso.
- Vuelve unos días antes. Intenta no volver de tus vacaciones justo el día antes de tu reincorporación al trabajo. Esto puede provocar que tu vuelta al entorno laboral sea demasiado brusca. Planifica tu vuelta del lugar de vacaciones manera que lo hagas al menos un par de días antes de la vuelta al trabajo, así tendrás tiempo de llegar a casa, deshacer las maletas y descansar un poco antes de tener que retomar las responsabilidades propias de tu empleo y de la vuelta a la normalidad.Estar unos días en casa relajándote antes de volver al trabajo sin duda servirá de colchón en tu vuelta a la rutina diaria, haciéndola mucho más llevadera y evitando, en gran media, la aparición del síndrome de la depresión post-vacacional.
- Si puedes… no te reincorpores al trabajo un lunes. La perspectiva de tener toda una semana por delante empeorará las cosas y reforzará tu posible desánimo. Tampoco es recomendable que te reincorpores a tu puesto de trabajo un viernes, ya que así, no conseguirás hacer el rodaje necesario para superar con éxito la vuelta de las vacaciones. Por eso, lo más adecuado es que te reincorpores miércoles o jueves. Así como máximo tendrás que trabajar tres días, tiempo suficiente para volver a acostumbrarte a tu entorno laboral sin tener que desesperarte por la larga semana que tienes por delante.
- Comienza de manera gradual. El primer y segundo día empieza con calma siendo consciente de que tu rendimiento irá aumentando en un par de días. Debes integrarte en tu actividad profesional cuanto antes y si puedes, nos apoyaremos con una buena dosis de comunicación con nuestros compañeros para ponernos al día.
- Acepta la realidad. Es muy difícil volver a la rutina si estamos pensando todo el rato en lo mucho que se ha disfrutado o en lo que no se ha hecho durante las vacaciones. Hay que enfrentarse al día a día con los aspectos agradables de la rutina y tratar de olvidar aquellos pensamientos que nos trasladan al pasado y a opciones que ya no son posibles.
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Piensa que te quedan los fines de semana y que el calendario laboral tiene muchos días festivos.
- Sé agradecido por haberlas tenido. No tenemos que olvidar que no todo el mundo puede disfrutar de las vacaciones. Todo aquel que ha tenido ese «lujo» este verano debe tenerlo en cuenta a la hora de volver al trabajo y que nos ayude a mantener una actitud más positiva.
- Manten una alimentación saludable y vuelve a la rutina deportiva. Esto nos ayudará a recuperar la energía que necesitamos mucho más rápido.
- Recupera tus buenos hábitos… o comienza otros nuevos. Aunque volvamos a la rutina y nuestro tiempo libre se reduzca no hay que dejar de dedicar un rato de nuestro día al ocio y tiempo libre. Algunas sugerencias: dar un paseo antes de cenar, practicar algunos ejercicios de respiración por las mañanas, tómate algo con tus compañeros de trabajo tras la salida del mismo, etc.
- Márcate nuevos proyectos y metas en tu puesto laboral, te sentirás mucho más implicado en tu trabajo y te ayudará a levantarte de la cama con la ilusión propia de quien persigue un sueño.
- Piensa a corto plazo. En vez de futurizar con el próximo verano tienes que hacerlo con el próximo fin de semana. Las metas cortas estimulan, las que son muy largas, nos generan ansiedad. Por lo tanto, no es buena idea empezar a pensar en cuanto te queda para las próximas vacaciones.
- Mantén hábitos de vacaciones todo el año. Es muy motivador incorporar hábitos de las vacaciones a la rutina del trabajo. Por ejemplo el hecho de desayunar tranquilamente leyendo el periódico es algo relacionado con el tiempo libre, pero es posible hacerlo sin mayor esfuerzo cada día antes de ir a trabajar.
Por lo tanto, afronta tu regreso al trabajo con optimismo y tómate tu tiempo para adaptarte de nuevo al entorno laboral.
Sea como sea… ¿Qué tienes pensado estas vacaciones? ¿Tiene miedo a la depresión postvacacional? ¿Cuéntanoslo dejándonos un comentario?
Hasta el próximo día!