¿Qué es el autocuidado y ejemplos?
El autocuidado son todas aquellas tareas y hábitos que tenemos en nuestro día a día para dedicarnos a cuidar de nosotros mismos. Puede ser tan simple como por ejemplo dormir las horas necesarias por la noche, o tan difícil como estudiar los hábitos que hemos creado y sus efectos a largo plazo. Significa tomar medidas para cuidar de nosotros mismos y de nuestras necesidades físicas, emocionales, mentales, financieras, ambientales y espirituales.
El autocuidado comienza con el proceso de reconocimiento de que nosotros somos los responsables de nuestro propio bienestar. Es cualquier acción que se tome para respaldar nuestra salud mental, física y emocional. Además, el autocuidado puede cambiar dependiendo del día, pues unas veces podemos necesitar estar solos, en calma, y otras, estar en familia, amigos, hacer deporte.
¿Qué NO es autocuidado?
El autocuidado no son actividades que hagamos “por obligación”, algo que tenemos que hacer, si no más bien, una actividad que nos refuerza nos recarga.
No se trata de hacer X horas de ejercicio diarias porque así conseguiré un cuerpo de escándalo o frustrarme por no haber alcanzado cierta postura de yoga. Se trata de disfrutar de lo que hacemos, de esas actividades, en la medida que hoy somos capaces, con los recursos que tenemos en este momento.
Tampoco es un acto de egoísmo, no se trata de anteponer las necesidades de los demás a nuestros deseos, si no ofrecer en nuestro horario un tiempo también para nosotros mismos.
Tampoco es el cuidado de la imagen que los demás tienen sobre nosotros, sobre qué dirán o pensarán.
En definitiva, se basa en hacer lo que me hace sentir bien a mí mismo, ser honesto conmigo, escucharme y darme aquello para ser bueno conmigo.
¿Por qué es importante el autocuidado?
Esta es la pregunta del millón, y la respuesta corta es bastante sencilla: porque es un seguro gratuito de salud. El único coste que tiene es el tiempo que le dedicas. El autocuidado previene enfermedades, te inmuniza, protege tu salud, tanto física como psicológicamente.
Cuando priorizamos durante demasiado tiempo objetivos laborales, domésticos o interpersonales dejando de lado nuestro bienestar personal, nuestro cuerpo empieza a avisarnos de que nos estamos sobrecargando. Lo hace a través de las somatizaciones, es decir, síntomas de malestar físico como dolores de cabeza, de espalda, musculares, nauseas… Estos síntomas físicos son una muestra de que estamos dejando de lado una parte de nuestro bienestar emocional.
Beneficios del autocuidado
- Mejora tu productividad
Aprendes a decir «no» a las cosas que se extienden demasiado y comienzas a hacer tiempo para las cosas que son más importantes.
Hace que visualices mejor tus metas para enfocarte y concentrarte en lo que estás haciendo y es importante para ti.
- Mejora tu autoestima
Cuando tenemos tiempo para nosotros mismos, tiempo en el que nos tratamos bien y satisfacemos nuestras propias necesidades, enviamos un mensaje positivo a nuestro subconsciente.
Un mensaje personal de que somos importantes, haciendo que mejore nuestro diálogo interno.
- Nos conocemos mejor
Practicar el autocuidado requiere pensar en lo que realmente nos gusta hacer y necesitamos.
El ejercicio de descubrir qué es lo que realmente nos apasiona e inspire, nos ayuda a entendernos mejor a nosotros mismos.
- Tienes más para dar
Cuando eres bueno contigo mismo, puedes pensar que eres egoísta, pero en realidad te brinda los recursos que necesitas para ser compasivo con los demás también.
Tipos de Autocuidado
Autocuidado físico
Consiste en entrenar a nuestro cuerpo físico y nuestra salud. La actividad física es vital no solo para nuestro bienestar corporal, sino también para ayudarnos a desahogarnos y a liberar el estrés.
Ideas de autocuidado físico:
- Comer de forma saludable.
- Tener una rutina de sueño.
- Permitirnos descansar durante el día.
- Hacer ejercicio.
- Pasear bajo el sol, en la naturaleza, la playa.
- Hidratar la piel, darnos un baño, un masaje.
Autocuidado Emocional
Se trata de ser consciente de las emociones que sentimos, sin evitarlas ni regocijarlas en ellas, simplemente aceptarlas.
Ideas de autocuidado emocional:
- Hacer un diario y ser totalmente honesto acerca de tus sentimientos, así veremos qué emociones nos surgen, ante qué situaciones, cómo nos comportamos en respuesta a ellas…
- Expresar lo que siento.
- Meditar.
- Disfrutar el silencio.
Autocuidado Cognitivo
Consiste en ejercer el aprendizaje, estimular nuestra menta, desarrollar el pensamiento crítico.
Ideas para poder cuidarnos a nivel cognitivo:
- Leer un libro.
- Hacer un rompecabezas, crucigrama, juegos de lógica, ajedrez…
- Desarrollar la creatividad: Escribir, dibuja, pintar, cerámica, tocar un instrumento musical.
- Salir de la monotonía: hacer una ruta diferente para ir al trabajo, ir a una cafetería nueva, a una tienda diferente.
- Aprender a hacer algo nuevo, eso actividad que siempre nos hubiera gustado hacer, pero nunca hemos visto el momento.
- Escuchar un podcast educativo sobre un tema nuevo para mí.
Autocuidado Social
Rodearnos de gente que nos sume, que nos encontremos agusto, nos aporta felicidad. Nos da sentido de pertenencia. Aunque no se trata de rodearnos de gente por el hecho de no estar solos, sino por el hecho de compartir el tiempo con personas que me reconfortan y me hacen sentir bien.
Ideas para desarrollar el autocuidado social:
- Salir a visitar a un amigo.
- Escribir mensaje a alguien que viva lejos, pero a quien eches de menos.
- Dejar de compartir tiempo con aquellos que no nos hacen sentir cómodos.
- Apuntarte a una actividad donde conocer a gente con mis mismos intereses.
- Pedir ayuda.
- Expresar lo que pienso.
- Escuchar a los demás.
- Dar mi apoyo y comprensión a los demás.
Ejercicios autocuidado psicología
Para fomentar el autocuidado y establecerlo dentro de nuestro día a día, podemos empezar haciendo una lista de todas aquellas cosas agradables que impliquen mimarnos, cuidarnos, tratarnos bien y fomentar las actividades que nos causen bienestar.
Tómate el tiempo que necesites en hacer la lista, no se trata de grandes planes o volvernos unos fanáticos en un determinado tema, si no ciertos gestos, ratos que podemos poco a poco inculcar en nuestra rutina. Pueden ser cosas como: hacer un nuevo peinado, hacer una playlist con mis canciones favoritas, ir al gimnasio, quedar con mi amiga a tomar café, llamar a algún familiar, organizar una cena rica, darme un baño, pasear por la naturaleza…
Cuando tengas la lista, recorta cada una de las actividades en pequeños papelitos, dóblalo y colócalos en una cajita que te guste, si quieres puedes decorarla y hacerla cómo tú quieras, hazlo bonito. Además, los papeles los puedes hacer de colores.
Después de tenerlo todo listo, cada día, por la mañana puedes sacar un papel de la caja y cuidarte con lo que haya salido en el papel, así hasta que se acaben. Pero no los tires, nos pueden servir de inspiración para más adelante, o puedes volver a empezar haciendo una nueva lista.
Conclusión
Como hemos visto, no hace falta hacer grandes planes o gastar mucho dinero en actividades que pueden ser beneficiosas para nosotros. Si no, el autocuidado tiene que ver con el mimo a uno mismo, reconocer qué necesito y cómo puedo dármelo de forma que me reconforte.
Además, el autocuidado forma parte de nuestro día a día, de nuestra forma de vida.
Depende de cada persona, pues va en consonancia con nuestras necesidades, gustos y preferencias.
Puedes empezar con metas a corto plazo, pequeñas y realistas. No necesitamos abordar todo de una vez, si no más bien poco a poco y deforma continuada.
Programa tiempo para cuidarte, siempre organizamos los planes con los demás, pero y con nosotros mismos, ¿por qué no? Mantente en tu lista de prioridades.
Después de leer el artículo, ¿crees qué te cuidas lo suficiente? Descúbrelo con nuestro nuestro test de autocuidado emocional y ponte en marcha con las técnicas de autocuidado emocional que te recomendamos en el siguiente artículo: