Estás tranquilo, sentado en el sofá, solo, sin nadie en casa. Empiezas a pensar en que pasará mañana, de pronto sin esperarlo notas como sin saber como, tu corazón te da un vuelco, empiezas a tener sensación de ahogo, te estás agobiando, entras en pánico, racionalmente sabes que no te va a pasar nada, no vas a morir aunque emocionalmente sabes que lo que sientes te hace sentir realmente mal.
¿Qué es lo que ha pasado contigo?, ¿No lo puedes controlar?, ¿Tendrá curación? Son algunas de las preguntas que te surgen pero todo tiene una explicación. Lo que te acaba de ocurrir está íntimamente relacionado con lo que llamamos ansiedad anticipatoria.
Más o menos, todos hemos pasado alguna que otra vez, por una experiencia de este tipo, de sentirnos algo angustiados, a la espera de que llegue un momento o acontecimiento determinado, que ya está previsto y al cual le tenemos cierto miedo o nos genera incertidumbre, ya sea porque “nos la jugamos» con nuestra decisión/conducta, porque es algo nuevo y nos sintamos inseguros por como lo haremos, porque consideremos un riesgo incontrolable, etc.
Como ya hemos comentado en otras ocasiones, la ansiedad es una respuesta positiva y natural del organismo, nos sirve para defendernos ante una amenaza o simplemente para afrontar una situación complicada. Pero cuando sobrepasamos ciertos niveles de activación, la ansiedad se convierte en una enemiga, y por lo tanto, en una respuesta patológica, la cual se manifiesta en ataques de pánico o en una elevada ansiedad.
¿Qué son los pensamientos anticipados o ansiedad anticipatoria?
La ansiedad anticipatoria es un tipo de ansiedad que se experimenta en anticipación a un evento o situación que se percibe como amenazante, estresante o incierto. Por ejemplo, cuando tener miedo antes de una entrevista de trabajo, un examen importante o ante la incertidumbre sobre como acabará una relación de pareja.
La ansiedad anticipatoria tiene que ver con imaginar el futuro: cuando aparece imaginamos un momento futuro, más o menos cercano, pero en el que vamos a tener ciertas dificultades y esto hace que nos sintamos angustiados y tengamos miedo. Estos pensamientos premonitorios e irreales consisten en que pensemos que vamos a sufrir bastante y que pasaremos mucho temor. Entonces, sentimos miedo al miedo que creemos que vamos a pasar. Dicho de otra forma, los pensamientos anticipados son una anticipación de cosas que creemos que van a pasar y que esperamos que vayan a ir mal.
Síntomas de la ansiedad anticipatoria
Como la mente augura lo peor, el cuerpo se prepara también para ello, interpretando nuestra preocupación como una situación de alto riesgo. Esta continua preparación para el peligro se puede convertir en algo crónico.
Esta ansiedad hará que además de sentirte angustiado, pueda desestabilizar tu estado de ánimo y manifestarla de diversas formas como sintiéndote enfadado, confundido, desesperanzado, irritable o triste, lo cual puede, afectar a tu capacidad de concentración y de toma de decisiones.
Los síntomas físicos de la ansiedad anticipatoria o angustia anticipativa son: Tensión muscular, dolores de cabeza, sensación de ahogo, voz temblorosa, mareos, problemas gástricos, alteraciones en los patrones de sueño, fatiga, sudoración, palpitaciones, tensión muscular y pensamientos intrusivos.
Causas de la ansiedad anticipatoria
Las causas del estrés anticipativo o la ansiedad anticipatoria pueden ser diferentes según cada persona, algunas de las causas más habituales son:
- Experiencias previas: Las experiencias previas de ansiedad o situaciones estresantes que le han sucedido en el pasado pueden hacer que una persona se sienta ansiosa ante eventos similares en el futuro. Por ejemplo, si una persona ha experimentado ansiedad ante un evento social puede que experimente ansiedad anticipatoria antes de un evento similar en el futuro, ya que se imagina que va a volver a sufrir una mala experiencia.
- Expectativas negativas: Cuando piensas que algo va a salir mal y tienes pensamiento negativos o te sientes muy preocupado por lo que va a ocurrir puedes experimentar ansidedad anticipatoria. Por ejemplo, a una persona que antes de una entrevista de trabajo le invaden los pensamientos negativos y cree que le va a salir fatal, puede experimentar ansiedad anticipatoria antes de la entrevista.
- Hiperactivación fisiológica: La ansiedad anticipatoria también puede ser causada por una hiperactivación fisiológica, como un aumento en la frecuencia cardíaca, la sudoración o la respiración. Si una persona se siente físicamente incómoda, puede aumentar su ansiedad.
- Perfeccionismo: Las personas perfeccionistas pueden experimentar ansiedad anticipatoria debido a sus altas expectativas y su necesidad de controlar los resultados. Si una persona se preocupa constantemente por su desempeño y teme no estar a la altura de sus propias expectativas, puede experimentar ansiedad anticipatoria antes de un evento importante.
- Problemas de control: Las personas que tienen problemas para sentirse en control de su entorno o su vida pueden experimentar ansiedad anticipatoria. Si una persona se siente incapaz de controlar lo que va a suceder en un evento o situación, puede aumentar su ansiedad.
Estas son solo algunas posibles causas de la ansiedad anticipatoria. Si una persona experimenta ansiedad anticipatoria que interfiere en su vida diaria, es importante buscar ayuda de un profesional de la salud mental para determinar la causa subyacente y desarrollar estrategias efectivas de afrontamiento.
La profecía autocumplida, ¿en qué consiste?
Una profecía autocumplida es una predicción que, una vez hecha, es en sí misma genera que se haga realidad debido a la actitud que nos genera que hace que nuestra conducta se enfoque hacía el resultado pronosticado. En otras palabras, las personas no reaccionan simplemente a cómo son las situaciones, sino, a la manera en las que las perciben, y al significado que les dan a las mismas que condiciona su conducta.
Por ejemplo, si un maestro cree que un estudiante es perezoso y no puede aprender, es posible que el maestro no le preste suficiente atención o lo trate con desdén, lo que podría afectar negativamente el rendimiento del estudiante. A su vez, el estudiante puede comenzar a creer que es perezoso e incapaz de aprender, lo que refuerza la creencia del maestro. Esto crea una profecía autocumplida.
Este fenómeno puede ser negativo o positivo. Si alguien cree que es capaz de tener éxito en una tarea y actúa en consecuencia, es más probable que tenga éxito. Por otro lado, si alguien cree que fracasará, es más probable que tenga dificultades para lograr sus objetivos.
Tratamiento de la ansiedad anticipatoria
La ansiedad anticipatoria, como otros tipos de ansiedad, necesita ser tratada. Afortunadamente, hay muchas opciones de tratamiento para la ansiedad anticipatoria, como la terapia cognitivo-conductual, la meditación y la terapia de exposición.
Es difícil pensar para muchos de las personas que acuden a mi consulta el que se pueda combatir su ansiedad hasta el punto de hacerla desaparecer, pero antes de llegar a decidir el mejor tipo de tratamiento, es importante conocer al paciente y decidir de entre las opciones de tratamiento cual es la que puede ayudar a las persona a superar la ansiedad anticipatoria.
Consejos para manejar la ansiedad anticipatoria
Algunas de las formas de vida y actividades que podemos realizar para disminuir nuestra ansiedad anticipatoria son las siguientes:
- Mantener unos hábitos de sueño y de alimentación adecuados y saludables. Una vida desordenada entraña un sobreesfuerzo que ejerce un papel estresante en el resultado global de una ansiedad excesiva.
- Planifica tus actividades, no improvises. La organización y astucia a la hora de planificar nuestras actividades es otra herramienta muy interesante que hará que rebajemos nuestras tensiones. Debemos aprender a detectar e intercalar descansos en momentos justos para aliviar el aumento de la ansiedad o cambiar el tipo de tarea a una más suave o relajada, hasta recuperar el control de la situación y poder continuar afrontando el día con energía.
- Práctica alguna técnica de relajación. Los ejercicios de relajación, respiración y yoga, en algunos casos, son tan potentes como algunos fármacos, aunque requieren más esfuerzo. Puede ser una gran inversión aprender estas técnicas por que no sólo te serán útiles en la actualidad, sino que te ayudarán a cuidarte ante los agobios que te depare el futuro.
- Mantén una vida social activa y entretenida. Aumentar la vida social, relacionarte, participar en las charlas, reuniones informales y cultivar la amistad, son ideas positivas y reforzantes por sí mismas y no deben dejarse de lado pensando que la «soledad»» y el aislamiento nos tranquilizarán más.
¿Has tenido alguna vez ansiedad anticipatoria? ¿Cómo te has sentido?
Nos vemos el próximo día!!