¿Eres de los que crees que los psicólogos solo escuchamos y que sólo se va a desahogarse? ¿Crees que en tu trabajo por trabajar con personas haces tareas de psicólogo? Si las respuestas a estas preguntas son un Sí, siento deciros que estáis equivocados, ir al psicólogo es algo más que ir a desahogarte y a contar tu vida, nos basamos en una terapia que está empíricamente demostrada y se emplean técnicas y estrategias avaladas por estudios científicos, por tanto, no es dar consejos ni aportar nuestra valoración personal y subjetiva.
Por todo lo dicho anteriormente, en el artículo de hoy voy a contaros en qué se basa mi estilo terapéutico, la Terapia Cognitivo- Conductual (TCC). Es un enfoque de tratamiento psicoterapéutico que ayuda a las personas a comprender que sus pensamientos influyen en sus emociones y en su comportamiento.
Es una terapia generalmente de corto plazo y se centra en ayudar a las personas a hacer frente a un problema concreto que le preocupa en ese momento o arrastra desde hace algún tiempo. Durante el curso del tratamiento, las personas aprenden a cómo identificar y cambiar los patrones de pensamiento destructivos o perturbadores que tienen una influencia negativa en el comportamiento.
En este vídeo el que el Prof. David Clark te lo explica en más profundidad:
¿En qué consiste la Terapia Cognitiva?
La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), combina la Terapia Cognitiva y Terapias conductuales. El enfoque se centra en los pensamientos, emociones, sensaciones físicas y acciones, y enseña a las personas cómo cada uno puede tener un efecto sobre el otro.
La premisa detrás de la Terapia Cognitivo-Conductual es que tanto nuestros pensamientos como nuestros comportamientos tienen un efecto sobre nosotros mismos y sobre los demás. La terapia examina los comportamientos aprendidos y patrones de pensamiento negativos para transformarlos en objetivos y realistas.
La Terapia Cognitivo-Conductual es útil para tratar muchos trastornos como:
- Trastorno de pánico
- Trastornos alimentarios
- Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
- Trastorno bipolar
- Fobias
- Estrés
- Trastorno por estrés postraumático
- Ataques de ira
- Problemas de sueño
- Trastorno dismórfico corporal
- Dolor persistente
- Problemas sexuales o de relaciones
¿Qué se aprende en la Terapia Cognitivo – conductual?
La Terapia Cognitivo-Conductual ayuda a dar sentido a lo que puede sentirse como un problema abrumador, por lo que se descompone en partes más manejables. Estas partes más pequeñas son los pensamientos, sentimientos, acciones e incluso las sensaciones físicas. Estos elementos están interconectados y puede a menudo que resulten una trampa en una espiral negativa de pensamiento y conducta.
Por ejemplo, si tu matrimonio o relación ha llegado a su fin, es posible que creas que ha fracasado y que creas que no vas a ser capaz de estar en una relación funcional nunca. Estos pensamientos pueden conducir a que te sientas solo/a, deprimido/a y con poca energía. Cuando te sientes así, dejas de tener ganas de socializarte o salir y conocer gente nueva. Esta espiral negativa puede entonces convertirse en la trampa de sentirse verdaderamente solo e infeliz.
En lugar de aceptar estos patrones de pensamiento negativo, la Terapia Cognitivo-Conductual tiene el objetivo de mostrar otras formas de reaccionar para que puedas salir de esos ciclos negativos. En lugar de pensar que ha sido un fracaso que la relación haya terminado, se puede optar por aprender de sus errores y seguir adelante, con más objetividad hacia el futuro. Esta nueva manera de pensar puede entonces dar lugar a que se sienta más enérgico y social, y te ayude a volver a salir, a conocer gente nueva y algún día comenzar una nueva relación.
¿Por qué tienes que elegir la Terapia Cognitivo-conductual?
La Terapia Cognitivo-Conductal (TCC) es uno de los tratamientos psicológicos que más eficacia científica ha demostrado.
De hecho, las principales guías de práctica clínica basadas en evidencia científica, como la del National Institute for Health and Clinical Excellence, la recomiendan como tratamiento de primera elección en varios trastornos psicológicos, muy por delante de los psicofármacos.
¿Qué ventajas tiene?
- Práctica. Ofrece muchas técnicas que te ayudan a entender lo que estás viviendo y a buscar soluciones a los problemas. Está centrada en el “qué hacer para cambiar”.
- Dinámica. Se propone que terapeuta y paciente sean un equipo. La persona se implica en investigar qué le pasa y cómo cambiarlo.
- Orientada al presente y al futuro. El objetivo es cambiar algunos patrones de pensamiento y conducta actuales, no sólo entender por qué se han originado en el pasado.
- Tiene base científica. Cuando acudes a un profesional en el que pones en sus manos tu salud, en este caso mental, es imprescindible que elijas bien, ya que, por el contrario, si te pones en manos de tratamientos o personas no profesionales puede ser incluso contraproducente. Tienes que saber que hay algunas terapias psicológicas que son científicas y han demostrado su eficacia y otras que no.
- Es eficaz para problemas serios. Así pues, trastornos como la depresión mayor, el trastorno de estrés postraumático, los ataques de pánico, las fobias o el abuso de sustancias, entre muchos otros, pueden ser tratados de forma eficaz con la Terapia Cognitivo-Conductual.
- Nuevos aprendizajes. Las habilidades que se aprenden en la Terapia Cognitivo-Conductual se pueden incorporar en la vida diaria para ayudar a hacer frente mejor a las dificultades, incluso cuando la terapia ha finalizado.
- La Terapia Cognitivo-Conductual puede terminar en un plazo de tiempo relativamente corto en comparación con otras terapias.
¿Ya lo tienes más claro? ¿Crees que la Terapia Cognitivo-Conductual puede ayudarte? No esperes más y EMPEZAMOS!
Hasta el próximo día!