Las relaciones entre padres e hijos son únicas e intensas. Por lo general, las familias son felices cuando padres e hijos saben relacionarse y comunicarse de forma más afectuosa y positiva, cuando los padres se sienten capaces de ayudar a sus hijos a comportarse bien, y cuando los hijos pueden expresar sus emociones y sentimientos y así manifestar una conducta adecuada.
La mala conducta en niños suele estar relacionada con ambientes familiares con mucha tensión. Los niños con problemas de comportamiento también pueden afectar negativamente a la salud emocional de sus padres. Diversas investigaciones, han determinado que las madres de niños remitidos por mala conducta comunican estados depresivos con más frecuencia que otras madres.
Señales de alerta
Tu hijo adolescente puede tratar de ocultar las señales de que tiene problemas, pero prestando atención puedes ayudarle:
Cambios emocionales
Su estado de ánimo parece estar más alterado de lo habitual.
Parece triste y preocupado todo el tiempo, o al contrario, está muy agitado.
Llora con más facilidad o está más retraído, huraño y ansioso.
Cambios físicos
Cambios en el sueño y los hábitos alimentarios.
Pasa más de 10 horas al día durmiendo, o simplemente no quiere levantarse de la cama.
Ojos con frecuencia de color rojo o vidriosos.
Problemas de comportamiento
Su rendimiento escolar ha cambiado.
Sus calificaciones han bajado, llega tarde o falta a clase y sus maestros comienzan a ponerse en contacto con vosotros por un cambio en su trabajo escolar.
Es más discutidor y se enfrenta a sus figuras de autoridad.
No quiere pasar mucho tiempo en familia, pero esto por sí solo no es necesariamente una señal de alerta de que tiene un problema, ya que es normal que los adolescentes se vayan distanciando de sus padres en su intento de obtener independencia.
¿Qué podemos hacer como padres?
Según se hacen mayores, desean una mayor privacidad e independencia con lo cual comienzan las quejas de conducta entre ellos y los padres. Las discusiones son frecuentes, ya que la persona joven lucha por forjar una identidad independiente. Estas son algunas pautas que podemos llevar a cabo para mejorar nuestra relación con ellos:
- Pasa más tiempo con tu hijo/a diariamente compartiendo actividades divertidas, por ejemplo jugando, conversando de temas de su interés o leyendo…
- Presta atención a las conductas positivas de tu hijo describiendo lo que está haciendo y elogiando sus actos cada vez que sea posible. En caso de niños más mayores, comparte una actividad que ellos hayan elegido y habla con ellos.
- Escucha lo que dice tu hijo con atención, sin corregir ni criticar.
- Elogia a tu hijo a menudo cada vez que realice conductas que consideramos adecuadas. Tienes que ser concreto. Puedes elogiarle diciendo cosas como: “Rafa, me gusta mucho que le dejes las cosas a tu hermana” o “Sara, estoy contenta de que hayas hecho tu cama cuando te lo pedí.”
- Ignora los episodios menores de mala conducta para llamar la atención, como el lloriqueo, ya que los niños suelen portarse mal para captar la atención de sus padres. No dar la atención que reclaman ya es suficiente castigo.
Si tienes un hijo/a que parece tener algún problema y no sabes que hacer, busca ayuda profesional lo antes posible, cuanto antes se les ayude mejores serán los resultados!!
Hasta el Jueves…!!
Hasta el Jueves…!!