El peritaje psicológico es una evaluación psicológica forense que sirve como medio de prueba para acreditar o desvirtuar un fenómeno jurídico en el está involucrado directa o indirectamente el evaluado. Consiste en un proceso que incluye distintas fases, empezando por estudiar el caso y el expediente, seguido de una exhaustiva evaluación centrada en el objetivo del peritaje, la elaboración del informe pericial y, en caso de ser necesario, la asistencia y ratificación del mismo ante un tribunal.
Las áreas de actuación como perito psicológico son:
Derecho Civil – familiar
Derecho de familia: guarda y custodia, patria potestad, etc.
Incapacitaciones totales o parciales civiles.
Sucesiones y herencias: capacidades testamentarias.
Derecho Laboral
Incapacitación e invalidez laboral.
Acoso psicológico en el contexto laboral, “Mobbing”.
Derecho Penal
Evaluación psicológica de la imputabilidad e inimputabilidad de los acusados: psicopatología forense, drogadicción, alteración de la capacidad intelectual.
Evaluación secuelas psicológicas de las víctimas: secuelas psicosociales y secuelas neuropsicológicas.
Valoración psicológica del maltrato físico, psíquico y el abuso sexual en menores.
Acoso psicológico en contexto escolar, “Bullying”.
Evaluación de los testigos: exactitud y credibilidad del testimonio, factores perceptivos y memorísticos.
Asesoramiento psicológico forense a abogados y selección de jurados.
Predicción de comportamiento violento.
Derecho Contencioso – Administrativo
Minusvalías no contributivas.
Evaluaciones psicológicas en sistemas de valoración y/o calificación de procesos de selección o ascenso de personal que realizan las administraciones públicas.
Reclamaciones en incapacidades laborales o concesiones de pensiones de funcionarios de administraciones.