¿Cuántas veces te has arrepentido de aquello que hiciste o dijiste?, ¿Cuántas veces te hubiera gustado volver el tiempo atrás para reaccionar de un modo diferente? Entonces tú también has sufrido lo que se llama un «secuestro emocional«.
¿Qué es el secuestro emocional?
Es un término que se utiliza para describir situaciones en las que nuestras emociones toman el control y nos impiden pensar con claridad o tomar decisiones racionales.
Este proceso fue acuñado por Goleman y en el, la amígdala de tu cerebro toma la iniciativa de tu respuesta cerebral ante determinado estímulo y situación y pierdes el control. Cuándo presentas alguna emoción fuerte y como consecuencia de la unión existente entre el tálamo y la amígdala, ésta puede utilizar todos los recursos de tu cerebro para emitir una respuesta urgente y precipitada, incluso antes de tu ser conciencia de lo que estás haciendo. Esto explica la actuación de algunas personas al cometer crímenes en estados de fuerte desequilibrio emocional.
Ejemplos de secuestro emocional
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Relaciones tóxicas:
Cuando una persona se encuentra en una relación abusiva o manipuladora, puede experimentar un secuestro emocional. El miedo, la culpa o la dependencia emocional pueden nublar el juicio y hacer que la persona permanezca en una situación dañina.
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Reacciones impulsivas:
En ocasiones, nuestras emociones pueden llevarnos a tomar decisiones precipitadas sin considerar las consecuencias. Por ejemplo, si una persona se siente extremadamente enojada con su jefe, podría renunciar impulsivamente sin pensar en cómo esto afectaría su estabilidad financiera.
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Prejuicios y discriminación:
Los prejuicios y la discriminación están enraizados en respuestas emocionales negativas hacia personas de diferentes razas, religiones, géneros u orientaciones sexuales. Estas emociones pueden llevar a actos de violencia, exclusión o discriminación injusta.
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Adicciones:
Las adicciones, como el alcoholismo o la dependencia de las drogas, a menudo son impulsadas por la necesidad de escapar o suprimir emociones negativas. El deseo compulsivo de consumir la sustancia puede secuestrar las emociones y dificultar la toma de decisiones saludables.
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Impulsividad financiera:
Cuando estamos emocionalmente alterados, podemos caer en patrones de gasto compulsivo o decisiones financieras arriesgadas. El secuestro emocional puede hacer que ignoremos las consecuencias a largo plazo y nos centremos únicamente en satisfacer nuestras necesidades emocionales inmediatas.
¿Por qué se produce el secuestro emocional?
Una posible explicación principal puede ser de carácter evolutivo, refiriéndonos a la supervivencia. Nuestros antepasados padecían estos secuestros emocionales cuando por ejemplo se encontraban con algún enemigo o con animales, haciéndoles huir o atacar para eliminar la sensación de peligro.
En los humanos podemos experimentar estos secuestros en las discusiones de pareja con un ataque de celos por ejemplo, o en discusiones con nuestros amigos o familiares.
En estas situaciones, cuando se está produciendo el secuestro emocional, toda nuestra atención se encuentra dirigida a dar una respuesta a la emoción que sentimos, impidiéndonos poner en marcha procesos de racionalización de la situación que estamos viviendo, y es quizás por esta razón que nuestras respuestas no se corresponden con lo que esperábamos de nosotros, una vez ya pasada la discusión es cuando somos capaces de analizarlo.
¿Cómo evitar el secuestro emocional y retomar el control de tus emociones?
La verdadera capacidad para salir satisfactoriamente de la situación pasa por controlar nuestras emociones. Aunque nos cueste aceptarlo, una persona “secuestrada emocionalmente” está bloqueada cognitiva e intelectualmente.
Nuestras emociones y cómo las gestionamos tiene mucha importancia a la hora de enfrentarnos a los retos y desafíos que la vida inevitablemente nos va presentando, y es que estas reacciones impulsivas y descontroladas, aunque comprensibles, en algunas ocasiones, no facilitan la solución de los conflictos ni el desarrollo de una buena comunicación, más bien crean un ambiente de enfado y tensión.
Estos son los pasos a seguir cuando te sientas desbordado y creas que puedes ser víctima de un secuestro emocional:
- Respira profundamente durante unos segundos y concéntrate en mantener el control y no dejarte llevar por la impulsividad.
- Intenta entender la situación desde el punto de vista de la otra persona. Si te encuentras dominado por el enfado y la ira es muy probable que sigas analizando la situación sólo desde tu punto de vista, pregúntate ¿Cómo te sentirías en su lugar?
- Cuestiónate ¿Qué hay detrás de su comportamiento? ¿Cuáles son los motivos que tiene la persona para actuar como lo hace?
- Una vez hayas recuperado tu control emocional, elige conscientemente cómo actuar.
- Una vez finalizada la situación, analízala en detalle desde tu posición, la posición del otro y la de un tercer observador externo. Si alguien estuviera viendo la situación desde fuera ¿qué pensaría?
- Pregúntate que has aprendido en esta situación y que harás la próxima vez que ocurra lo mismo o algo parecido.¿Habéis padecido algún secuestro emocional? ¿Sois capaces de controlarlo?
Espero vuestras respuestas y recordar que podéis seguirme en las distintas redes sociales.
Hasta el próximo día!!
2 comentarios
Exacto Nube! La inteligencia emocional hay que potenciarla y gracias a autores como Elsa cada vez más gente es consciente de ello. Un saludo
Te refieres a analizar la situación, conectar con el sentimiento ajeno y llegar mutuamente a un pensamiento racional. Como dice Elsa Punset, no es magia es ingeligencia emocional, y ¡¡funciona, ya lo creo!!. Un saludo.