Hace unos días colgué en mi página de facebook un vídeo de un niño con su padre en el que el padre ponía en práctica la llamada psicología inversa consiguiendo su objetivo con su hijo y «ganando» la batalla dialéctica en la que estaba inmersos (al final de la entrada podéis ver el vídeo al que me refiero). Hoy ampliamos este tema en esta entrada…
La psicología inversa, es una técnica desarrollada por Viktor Frankl, psiquiatra y escritor, que solía preguntar a sus pacientes más inestables o más problemáticos: “¿Por qué no se suicida usted?”. En ese momento las personas imaginaban el suceso y encontraban un motivo para no hacerlo, a partir del cual empezaba a trabajar Frankl para agarrar a sus pacientes a ese motivo que les aferraba a la vida.
Esta es una técnica conductista sutil que pretende conseguir un cambio en la otra persona haciéndole creer que quieres que haga algo que en realidad no quieres. Por ejemplo, si queremos que una persona realice una conducta A, le diremos que realice la conducta B, entonces esta preferirá hacer la conducta A, y así conseguiremos lo que nos proponíamos desde un principio. El éxito se encuentra en lo que se llama resistencia psicológica, que es la dificultad que ponemos a hacer algo que nos es impuesto, que nos mandan o que nos piden cuando sentimos que hacerlo afecta a nuestra libertad, capacidad de decisión o autonomía.
Como resultado a esta resistencia las personas tienden a hacer lo contrario a lo que se les dice, simplemente para demostrar que son libres para elegir, autónomos en la decisión y capaces de tomar su propio camino.
Es una técnica que no funciona siempre y en el fondo es más o menos criticable por tratarse de una técnica de manipulación, pero hay mucha gente que la utiliza con niños y adultos y creo que puede ser útil y curioso conocer algunos ejemplos para saber cómo funciona.
¿Con quienes funciona la psicología inversa?
Algunas personas simplemente no responden a ella. Las personas que sí lo hacen son en su mayoría aquellos que odian que les digan qué hacer. Se preocupan más por la lucha de poder consigo mismos que en lo que les conviene hacer, un ejemplo clásico son los hijos rebeldes.
En general es una técnica que funciona muy bien con los niños, pero, con algunos adultos también, es el cumplimiento de aquella típica frase «cuanto más me lo prohíban más lo quiero hacer».
En los niños podemos encontrar numerosos ejemplos como cuándo no quieren comer «¿No lo quieres? Bueno, se lo come mamá entonces» y los niños abren la boca casi inmediatamente.
Ejemplo de psicología inversa en los niños
Un buen ejemplo de la aplicación de la psicología inversa sería el siguiente, nosotros, por ejemplo, queremos que nuestro hijo/a lea y vea menos la televisión, podemos aplicar la psicología inversa, haciéndole creer que lo divertido es leer y que lo aburrido es ver la televisión: “si ves la televisión al menos una hora podrás leer dos páginas de este libro”. De esta forma, sólo le permitirás leer dos páginas de un cuento o libro si (y sólo si) está una hora delante de la televisión. El primer día pasará la hora y probablemente ni se acuerde del libro. Entonces vas y le dices “ya ha pasado la hora, ¡muy bien!, ya puedes leer dos páginas del libro… ¡pero sólo dos!”. El niño las leerá extrañado y, cuando las haya leído coges el libro y te lo llevas: “mañana, si ves una hora la televisión, podrás leer dos páginas más”.
Conforme pasen los días, el niño/a estará más pendiente del tiempo que pasa que a lo que está viendo en la televisión y estará cada vez más ansioso por coger el libro tan especial que tiene mamá, del que sólo puede leer dos páginas cada día.
Aquí tenéis un vídeo con un ejemplo muy sencillo de un padre utilizando la psicología inversa con su hijo…
Ahora un ejemplo práctico…
- Muy importante! NO pienses en un elefante rosa!
- Ahora, ¿en que estás pensando?
- Probablemente en un elefante rosa!
Imposible no ver el elefante rosa verdad???
Vosotros habéis utilizado alguna vez la psicología inversa? Me encantaría conocer en que situaciones la habéis utilizado!!!
Gracias por seguirme!!
6 comentarios
hola Amparo tengo una hija de 13 de años es muy rebelde e ironica no permite que se le diga nada le da como fastidio que uno le hable y todo lo que ella dice es perfecto tiene un amiga pero no se como hacer para que cambie de amistad ella le dice que hga cosas
La adolescencia es una etapa en la vida de los jóvenes en la que hay mucha resistencia sobre todo hacia las figuras de autoridad (padres, profesores…) por lo que hay que marcar ciertas normas pero una vez establecidas y dichas pasar a las consecuencias que hemos marcado sin ser repetitivos ya que a cuanto más les digamos mayor es esa resistencia, puesto que están empezando a marcar su personalidad y su autonomía y necesitan ser dueños de sus decisiones.
Muchas gracias por tu comentario
Muchas gracias por tu artículo! Tengo una hija rebelde y la verdad es que nunca he aplicado esa técnica, he aplicado la del refuerzo positivo. Si que he observado en alguna ocasión que bastante con que digas algo para que de forma automática quiera hacer lo contrario. Un ejemplo que no sé si serviría sería el de "no me gusta tu amiga, no creo que sea buena para ti", para que defiendan fervientemente a su amiga. En determinadas épocas como p.e. la de la adolescencia se da bastante el que no crean en tu palabra de padre/madre y quizá sea porque cuando queremos que hagan algo o que cambien algo, insistimos demasiado y a ellos de forma natural les sale la resistencia. Tu artículos me hacen pensar y aplicarlos a las situaciones rutinarias, gracias por compartirlos. Un saludo
Gracias Carmen, he leído tu artículo y si sólo falta que nos digan que no hagamos algo para tener más ganas de hacerlo y este ni más ni menos es el inicio de la psicología inversa y del porqué de su funcionamiento y de su efectividad en determinada ocasiones.
Un saludo
Muy bueno el artículo, me ha encantado, yo lo aplico en ocasiones a nivel terapúetico, como bien dices hay que tener en cuenta que no siempre funciona. Me ha hecho gracia el comentario del elefante rosa, porque hay tiempo escribí un artículo que se titulaba así. Aquí lo dejo por si lo quieres leer.