A la prosopagnosia se le conoce como la ‘ceguera de rostros’ y es un trastorno que impide recordar las caras conocidas ya que el cerebro no es capaz de interpretar la información que recibe a través de la vista. Es un tipo de agnosia visual que consiste en la imposibilidad de reconocer los rostros de las personas conocidas, aunque se trate de familiares y amigos. La persona puede reconocer las distintas partes de la cara, pero no consigue identificar de quién se trata.
En 1947, el médico Joachim Bodamer definió la prosopagnosia como «la interrupción selectiva de la percepción de rostros, tanto del propio como del de los demás, los que pueden ser vistos pero no reconocidos como los que son propios de determinada persona.”
Este trastorno afecta a un 2% de la población, aunque puede que el número sea mayor, ya que las personas que sufren este trastorno no están diagnosticados. Para diagnosticar este trastorno se utiliza el Test de Reconocimiento Facial de Benton que consiste en el emparejamiento de caras en diferentes posiciones y condiciones de iluminación.
¿Cómo se produce?
Este trastorno se produce por una especie de desconexión entre la vista y el cerebro. Los ojos distinguen perfectamente las diferentes partes de la cara (nariz, pelo, boca…) y funcionan correctamente pero es incapaz de identificar de quién se trata.
La prosopagnosia no es una ceguera literal, los afectados literalmente ven el rostro de quien tienen delante pero no serán capaces de memorizarlo y asociarlo de nuevo en otra ocasión. Se trata de un trastorno cerebral del que, por el momento, se sabe bastante poco dada su bajo nivel de incidencia.
Los pacientes que sufren prosopagnosia, según varios estudios neurocientíficos, son capaces de distinguir los elementos del rostro como los ojos, la boca, la nariz, etc, pero son completamente incapaces de entender todos esos atributos asociados entre si en un conjunto, por lo que no son capaces de identificar las caras.
Tipos de prosopagnosia
Existen dos tipos de prosopagnosia:
Prosopagnosia apercitiva. El paciente es incapaz de reconocer cualquier rostro, aún sean desconocidos. Él sabe que ve la cara de alguien, pero no sabe analizar la estructura de la misma y de recordar quien es la persona, incluso no le causa sensación de familiaridad.
Prosopagnosia asociativa. El paciente deduce a la persona por la forma de su cabello o peinado, ropa, si usa gafas, al escuchar su voz, pero no reconoce su rostro. Aunque si llega a identificar su edad, raza, sexo y construir una buena imagen facial, no llega a recordar a las personas al verles a la cara, sino al asociar rasgos característicos del resto del cuerpo de la persona.
Síntomas
- Incapacidad de experimentar sensación de familiaridad ante rostros conocidos.
- Dificultad para reconocer rostros de familiares y conocidos.
- Incapacidad para reconocer y discriminar entre rostros de familiares y conocidos.
- Incapacidad de discriminación entre rostros desconocidos.
- Dificultad o incapacidad de discriminación entre rostros y otros estímulos.
- Dificultad o incapacidad para reconocer el rostro propio en el espejo o en fotografías.
- Dificultad o incapacidad de percibir y reconocer los rasgos faciales.
- Dificultad para el reconocimiento de otros elementos asociados a los rasgos faciales como la edad, el sexo o la raza.
- Dificultad o incapacidad de percibir y reconocer las expresiones faciales.
¿Cómo viven las personas con prosopagnosia?
Los afectados de este trastorno deben desarrollar una serie de mecanismos alternativos para el reconocimiento de las personas, sobre todo, de aquellas de su entorno más próximo. Generalmente se recurre a lo que se conoce como claves contextuales de las personas que son elementos que los pueden llegar a distinguir del resto absoluta o parcialmente como por ejemplo:
- La forma y el color del pelo.
- La forma de hablar y el tono de la voz.
- Elementos característicos o particulares en un rostro: cicatrices, lunares, color de ojos…
- El uso y forma de determinados elementos habituales: gafas, diademas, sombrero…
- La forma de caminar o moverse.
Brad Pitt y la prosopagnosia
Uno de los actores más famosos de Hollywood padece este trastorno y así lo anunció él mismo en una publicación en Esquire en 2013, en la que mencionó de pasada que, en su caso, podría haber aparecido a causa del consumo de drogas.
El actor declaró: «Tantas personas me odian porque creen que les falto al respeto (…) Hubo un año en el que simplemente dije ‘este año voy a enfrentarlo y decirle a la gente, está bien, ¿dónde nos conocimos?’ pero todo empeoró. Las personas estaban más ofendidas… entienden esto como, ‘eres un ególatra. Eres vanidoso’. Pero es un misterio para mí, simplemente no puedo recordar un rostro. Voy a examinarme».
Brad Pitt sufrió en 2005 de meningitis virósica benigna, la cual no suele dejar secuelas en el cerebro. Si su caso es prosopagnosia de origen genético tendría que identificarlo a través de estudios médicos.
¿Conoces a alguien con este trastorno? Si conoces a alguien que padezca este trastorno o tu mismo lo padeces nos encantaria que dejaras tu testimonio en los comentarios del post.
Hasta la próxima semana!
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2 comentarios
interesante, hubo un tiempo que me pasaba lo que decías de no recordar rostros, y como dicen lo asociaba a características especificas individuales de la persona, pero fue momentáneo no lo asocio a la entrada sino a un cuadro de estrés, ya que no se ha vuelto a repetir.
saludos!
Muchas gracias por tu comentario Carlos!! Un fuerte abrazo