Este pasado fin de semana tuve el gran placer de recibir la «Medalla de Oro» del Foro Europeo Cum Laude y me gustaría comentaros mi experiencia y hablar sobre la necesidad de reconocimiento que tenemos las personas.
El Foro Europeo Cum Laude es una agrupación independiente de carácter apolítico, aconfesional y sin ánimo de lucro. Este foro es una iniciativa compartida por destacadas personalidades de la sociedad civil y sus objetivos son crear ámbitos adecuados para el intercambio y la divulgación de ideas entre distintos líderes de la vida empresarial, cultural y política.
En el marco de las actividades del Foro se encuentra la entrega de la “Medalla de Oro» del Foro Europeo Cum Laude, que se concede a presidentes de instituciones, profesionales liberales y personalidades de la sociedad civil que han destacado por su profesionalidad, europeísmo, humanidad o por su capacidad de emprendimiento y liderazgo.
Siempre es maravilloso que se reconozca tu trabajo y el esfuerzo que cada uno hacemos por ser mejores cada día pero quiero aprovechar esto para sacar a la luz un tema que está muy presente en mi consulta como es la necesidad de reconocimiento que tenemos por parte de los demás.
¿Por qué tenemos necesidad de reconocimiento?
A todos nos gusta que nos reconozcan un logro o un trabajo bien hecho, ya sea en el ámbito laboral, familiar o en la pareja, especialmente si nos hemos esforzado mucho para conseguirlo. Este reconocimiento por parte de los demás nos infunde autoestima y autoconfianza, nos permite saber que vamos por el buen camino y nos motiva para seguir adelante. El problema surge cuando necesitamos ese reconocimiento en todo lo que hacemos y, conscientemente o no, actuamos buscando ese halago y esa aprobación.
Como he comentado, el reconocimiento y el refuerzo es fantástico pero tiene que ser saludable. Cuando se convierte en una necesidad o uno mismo no es capaz de valorar sus logros sin que los demás se lo digan, se convierte en una dependencia.
Cuando se valoran sus acciones, sus palabras, sus comportamientos, sus actitudes e incluso su físico y estas necesidades se vuelven casi obsesivas, estaríamos hablando de un reconocimiento poco saludable. Ese que busca en el exterior lo que no encuentra en el interior.
¿Cómo puedo conseguir un reconocimiento saludable?
¿Conoces a una o varias personas que buscan siempre el reconocimiento de los demás?
Para superar esta necesidad de aprobación, comienza haciendo un listado de todos tus logros. Debemos ser nosotros quienes aprendamos a valorar nuestro esfuerzo de forma objetiva, a valorar nuestros talentos y cualidades y a felicitarnos por nuestros logros, incluso aunque los demás no lo hagan.
Asume que ni puedes ni quieres gustar a todos: Seas quien seas, tengas las virtudes que tengas, nunca gustarás a todo el mundo. Siempre habrá personas que nos critiquen y desaprueben y eso le pasará a todo ser humano de este planeta, por lo tanto, tener la necesidad de aprobación como dependencia es bastante irracional.
Nadie conoce mejor que tú, qué quieres y qué necesitas. Nadie nos conoce tan bien como nosotros y, a menudo, sucede que se forman opiniones equivocadas sin bases racionales, por ello nunca debemos darle tanto poder a lo que otros piensen de nosotros, porque se equivocan, y es uno mismo quien debe tener unos criterios estables de auto-concepto.
Nadie es ni más ni menos que tú. No somos menos valiosos ni más que otros. Todos somos iguales, no importan los éxitos conseguidos, ni las posesiones ni la seguridad en uno mismo, lo único importante es quien seas como persona, los valores humanos que te definen.
Acepta las diferencias entre personas: No todos somos iguales, cada uno tenemos nuestros gustos, opiniones, forma de vida, etc.. ser diferente no significa que sea mejor o peor.
Espero os haya parecido interesante el artículo.
Hasta la próxima semana!!!