Ayer celebramos el día del libro, y este año mi entrada especial por este día está dedicada a los niños y a sus padres ya que en mi opinión y en la de muchos profesionales, los libros son el mejor juguete, alimentan el cerebro del niño y pueden educar mucho más que la mayoría de los juguetes.
El libro es una gran ventana al desarrollo de todos los sentidos. Podríamos estar aquí hablando y hablando acerca de los beneficios del libro para los niños, pero no pararíamos nunca. Lo importante es tener claro que los libros son importantes, pero el hábito de leer, es lo que llevará a tu hijo/a a este rincón tan exquisito que es la aventura del saber, del conocer y del descubrir. Además, si encima los padres y las madres comparten el momento de lectura de un libro con los hijos estarán estableciendo un lazo especial entre ambas partes.
Un lector no nace, se hace
El interés por la lectura se debe inculcar a un bebé desde casi el principio y tratar, con perseverancia y dedicación, para convertirlo en un hábito. Es fundamental para los niños que aprendan a buscar conocimientos mediante la lectura, estos deben escuchar historias lo antes posible. Un buen momento sería a la hora de dormir, o después de comer.
Desde hace algunos años se ha incrementado el interés de los padres por la lectura de sus hijos, quizá porque empezamos a saber la relación que existe entre la lectura y el rendimiento escolar.
Cada libro lleva una historia, una idea, una experiencia, o una información. ¡Son un verdadero tesoro!
Consejos para que los niños empiecen a leer
1. El mejor ejemplo está en casa
Está claro que lo primero que tenemos que hacer es dar ejemplo nosotros mismos. Nosotros los padres somos sus referentes y las personas que les sirven de referencia. Si nosotros no cogemos un libro, si casi no tenemos en casa y si no nos ven leer es más difícil que ellos quieran leer, porque les sonará raro que insistamos en lo bueno que es leer y en que lean cuando nosotros no lo hacemos. Es más, los niños muchas veces llegan a la conclusión de que si insistimos demasiado en algo es que muy divertido no es (nadie les insiste a que vean la televisión, por ejemplo).
2. Que tengan libros
Los niños tienen que tener cuentos y libros tan pronto como se pueda. De pequeños sirven los de ropa, para el baño los hay impermeables, luego llegan los de páginas gruesas, con las letras, números y colores para ir luego siendo más completos, más extensos y con más páginas, letras cada vez más pequeñas y más finas.
Los niños puede que tengan un montón de libros, pero si están guardados en una caja, o en una estantería alta, no ganamos nada.
Tienen que estar al alcance de su mano, a su altura, en alguna estantería donde estén de pie y los puedan ir cogiendo y dejando según les vayan interesando.
4. Que elijan sus libros
Todos los libros que tienen no deben ser de regalos, porque así todos serán elegidos por los demás.
De vez en cuando, sin motivo (sin cumpleaños, sin que sea Navidad ni haya motivo para regalar), está bien acercarte con tu hijo a la librería y pasar un rato con él. Los libros infantiles son coloridos, divertidos, dan ganas de mirarlos todos y estar ahí para ellos es como entrar en un pequeño parque de atracciones. Miran libros, los abren, los dejan (nosotros siempre controlando para que los respeten, claro), y al final que elijan el que quieran.
Os recomiendo los libros de Geronimo Stilton, los libros son chulísimos, son un poco largos pero a pesar de que están destinados a niños de a partir de 7 años, conozco niños que con 5-6 años ya pueden empezar a leerlos poco a poco o con la ayuda de los padres.
Es muy importante que tengan libros adecuados a su edad (de hecho, prácticamente todos deben serlo), con menos texto, más cortos y entretenidos para que puedan acabar la historia en un día y no en varios.
5. Que conozcan el abecedario
Lo ideal para empezar a leer es que conozcan un poco el abecedario, es decir, que reconozcan las letras. Que sepan qué letra es cada una, porque a partir de que las conocen pueden luego combinarlas fonéticamente al leer sílabas.
Para que conozcan las letras sin que aprenderlas sea aburrido se consigue jugando directamente con letras. Un buen recurso son las letras imantadas, para la nevera, por ejemplo, o para las pizarras que admiten imán. Con ellas pueden jugar a colocar las piezas y empezar a formar fonemas y palabras cortas.
Respecto a recomendaros libros, podría hacer una lista infinita ya que actualmente en el mercado hay muchísimas editoriales que publican libros de todo tipo para niños (cocina, valores, específicos para niños con alguna dificultad, cambio de conducta…) casi cualquier cosa se puede trabajar mediante cuentos, historias y libros. Por eso este tema lo dejaremos para más adelante…
¿Estáis de acuerdo conmigo en la importancia que tiene la lectura en los niños? ¿Cómo fomentáis la lectura de vuestros hijos/as?
Hasta el próximo día…