¿Tú hijo/a tiene un amigo/a imaginario y no sabes si es «normal»? ¿Te preocupa que vaya más allá de una fantasía y le genere no vivir en la realidad?
Muchos niños, entre los 2 y los 8 años tienen amigos imaginarios con los que juegan e interactúan. El pensamiento de los niños en este rango de edad es egocéntrico, subjetivo y mágico cualidades que propician la presencia de estos personajes pero a lo largo de este artículo vamos a ver si cuando es algo adaptativo y cuando deberíamos preocuparnos.
¿Qué es un amigo imaginario?
Una amigo imaginario es un personaje irreal e inexistente en la vida del niño pero que es considerado, por su parte, como si fuera real o parcialmente auténtico. Con este «amigo» el niño/a juega e interacciona frecuentemente con él y habla del personaje de manera directa, nombrándolo y reconociéndolo delante de otras personas, es decir, no lo oculta.
Este amigo imaginario puede adoptar distintas formas, puede ser una persona, un animal, un robot u otro personaje.
La interacción con su «amigo» puede tener una duración total en el día, es decir, que le acompañe siempre o parcial, donde hablaría con él en algunas ocasiones puntuales del día o cuando tiene que hacer una tarea determinada donde este personaje le «acompaña».
¿Qué función cumple en el crecimiento/desarrollo de un niño?
Este fenómeno de crear algún amigo imaginario suele aparecer entre los 2 y los 8 años. A partir de los 2 años de desarrollo empiezan a tener la capacidad para el desarrollo de lo que se llama el juego simbólico, qué es la capacidad para imitar situaciones de la vida real y empezar a ponerse en la piel de otras personas. Al desarrollarse esta capacidad puede desencadenarse la presencia del amigo imaginario.
En los niños, el amigo imaginario, cumple un papel protector y/o lúdico, apareciendo su presencia en situaciones en las que el niño está jugando sólo y de esta forma tiene compañía o siente temor ante alguna situación.
Tiene varias funciones como fomentar la tolerancia del niño a estar solo, favorecer su autonomía, ya que, se atreve a enfrentarse a más situaciones por esa «compañía», le ayuda a empatizar y a recrear situaciones y diálogos con la otra persona, proyectar su yo ideal o su propia autoimagen, entre otras.
¿Cuándo puede convertirse en un problema?
La presencia de un amigo imaginario, en la mayoría de casos, se trata de un proceso normativo que forma parte del desarrollo de algunos niños, siendo extremadamente frecuente, presenciándose en torno del 50 al 65% de los niños, según estudios revisados. Por lo que, normalmente, tal como vienen se van.
En cambio, este fenómeno podría convertirse en una preocupación si este amigo imaginario ocupa demasiado tiempo en la vida del pequeño o se obsesiona con él. En el momento que la presencia de este «amigo» le afecta significativamente en su vida de manera que no pueda realizar actividades solo, no presenta interés en otras relaciones sociales reales, se aísle, cambie su comportamiento, etc, y todo esto de manera extrema o desproporcionada, sería recomendable evaluar la situación con un psicólogo y empezar a trabajar en ello lo antes posible.
¿Tus hijos tienen o han tenido un amigo imaginario? ¿cómo manejaste o manejas esa situación?
Hasta la próxima semana!!!