El uso de placebos aparece en la historia de la medicina desde mucho antes que Galeno escribiera su farmacopea. A veces, la administración de estas «pastillitas de azúcar», inefectivas desde el punto de vista terapéutico, puede provocar al paciente la sensación de que su dolor remite «efecto placebo» o, al contrario, que la píldora causa un deterioro en su salud «efecto nocebo». Para la medicina moderna, el uso de placebos es imprescindible a la hora de diseñar ensayos clínicos para probar los nuevos fármacos.
Se ha constatado que ninguna píldora, inyección o intervención quirúrgica está exenta completamente del llamado efecto placebo. En esta era de la manipulación genética y de intervenciones quirúrgicas por ordenador, la confianza en el tratamiento clínico que se aplica influye de forma positiva en la curación del paciente. Así se ha demostrado con innumerables estudios y pruebas con analgésicos, antidepresivos o fármacos hipotensores frente a remedios que contienen sustancias inertes, como harina o azúcar.
No son medicamentos, sino sustancias beneficiosas sin principios activos. Durante años la medicina científica los ha considerado remedios ineficaces, pero en la actualidad muchos profesionales de la sanidad admiten las ventajas de su adecuada aplicación: pueden llegar a curar sin ningún riesgo para la salud ni provocar efectos secundarios.
¿Por qué se produce?
El efecto placebo y nocebo están generados, por un lado, por las expectativas, y por otro por el condicionamiento pavloviano. Este último tiene un componente fisiológico, y ambos tienen un mecanismo biológico implicado, por ejemplo, la liberación de opioides endógenos. Por lo tanto, aunque los efectos placebo y nocebo son de naturaleza psicológica, no son «puramente» psicológicos.
Otro factor muy importante que permite que se produzca este efecto es la confianza ciega de un paciente con su médico, la autoridad que el segundo ejerce sobre el primero actúa como una droga poderosa.
También pueden influir positivamente en la curación otros atributos relacionados con la figura del facultativo e incluso con los medios auxiliares (bata blanca, estetoscopio, talonario de recetas, aparato de rayos X...), porque están «cargados» de forma indirecta.
El efecto placebo, funciona sólo si se presenta de forma correcta. Un ejemplo de ello podría ser una minuciosa consulta médica en la que se informara al paciente de las causas de su enfermedad y de cuánto tiempo requiere la mejoría, esto en muchas ocasiones ejerce en el paciente un aumento en la motivación y por consiguiente una mejora.
Además del uso de placebos, los estudios científicos utilizan estrategias denominadas de doble y triple ciego que impiden que el investigador pueda saber si el tratamiento que receta es placebo o no. De esta forma, se impide que los investigadores evalúen la mejoría de forma subjetiva y condicionada por sus prejuicios.
Os dejo el enlace de un vídeo que habla sobre este efecto:
http://www.dailymotion.com/video/x73lbv_efecto-placebo-el-toque-curativo_school
Espero que hayáis aprendido un poco más con esta entrada…hasta la próxima semana!!!