Después de nueve meses, por fin llegó el momento, y ahora tienes el milagro de la vida en tus manos, ya lo conociste, le viste los ojitos y las manitas, todo es maravilloso pero…muchas mujeres se entristecen después del parto, se sienten débiles, y no hay forma de que disfruten verdaderamente de su nuevo bebé. Esto se llama depresión postparto o babyblues.
A veces, esta depresión puede tener una fácil explicación, bien porque el hijo no era tan deseado o porque desgraciadamente tiene alguna deficiencia. Sin embargo, en la mayoría de las ocasiones la depresión parece no tener sentido.
La depresión postparto es una de los trastornos más frecuentes tras el parto ya que afecta a una de cada diez parturientas. Si no se trata adecuadamente puede persistir durante meses e incluso años.
¿Por qué se produce la depresión postparto?
El “baby blues” se considera una reacción fisiológica o normal, de tipo adaptativo, en el postparto inmediato. Hay varios motivos que explican este repentino decaimiento.
Pueden ser muchos los factores que la provocan, entre ellos los hormonales, bioquímicos, genéticos, psicológicos y ambientales. El descenso repentino de las hormonas tras el parto puede ser una de las causas. También las responsabilidades que aparecen con respecto al cuidado del bebé llevan a un estado de ansiedad y derrumban la felicidad que traía asociado el embarazo. Además el cuidado de un recién nacido no es gratificante para todas las madres, ya que al principio las cosas pueden salir mal, generando profundos sentimientos de frustración.Otro motivo es la preocupación por la responsabilidad adquirida y el temor a no hacerlo bien. La mejor prevención contra estos temores es la información y la preparación psicoterapéutica recibidas durante el embarazo.¿Cuáles son los síntomas de depresión postparto?
- Tristeza persistente
- Cambios repentinos de humor
- Sentimientos de culpa
- Ataques de pánico
- Pensamientos suicidas
- Sentir que nada es divertido
- Falta de concentración
- Ansiedad
- Irritabilidad
- Problemas para dormir
- Cansancio extremo
- Trastornos en la alimentación
- Rechazo hacia tu bebé
Se sabe que el momento de preocuparse es cuando alguno o varios de estos síntomas dura más de dos meses, en este caso aumentan significativamente las posibilidades de que haya depresión clínica y urge la visita a un profesional para que lo valore.
¿Cómo combatirla?
Algunos trucos para llevar mejor esta nueva etapa de tu vida es levantarte tu misma la moral. Trata de sentirte mejor contigo misma, date baños relajantes, empieza haciendo algunos ejercicios suaves que te ayuden a recuperar la línea, compra ropa nueva, haced planes con vuestro bebé, habla mucho con él, conversa y cuéntale cositas. Y sobre todo no te obligues a hacer algo que no quieres.
El exceso de presión, el querer ser la mamá perfecta pueden hacerte muy vulnerable. Tus miedos y dudas son normales, simplemente trata de no dejar que ellos tomen el control, y no temas buscar ayuda. No temas buscarla, pues no eres la única, ni eres una mala madre, simplemente requieres de un apoyo para entender y adoptar tu nueva vida.
Ser madre puede ser lo más maravilloso del mundo, pero para eso hay que tener la actitud, la disposición y el ánimo.