Conseguir creer en ti solo depende de ti mismo. Desde que somos muy pequeños comenzamos a formar la imagen de quienes somos, cómo nos gusta ser físicamente, para qué consideramos que tenemos capacidades, talentos y también, cuáles son nuestras debilidades.
Existe la posibilidad de que haya personas que no crean en ti ni en lo que haces o pretendes hacer. Tenemos que ser conscientes de ello, además nos afecta más cuándo estas personas son de nuestro entorno.
Cuando esto anterior nos ocurre, la motivación cae en picado e, incluso, en algunos casos llegan a decirte que lo que haces no va a llegar a ningún sitio, que no sirves para eso o que probablemente sea un capricho que dejarás en unas semanas…todo esto puede hacer que te entren ganas de tirar la toalla y de desistir en tu empeño pero…
Ni siquiera la opinión de nuestro entorno más cercano debería influirnos. Sólo las personas que piensan con mentalidad positiva y ganadora consiguen lo que se proponen. Estas últimas, son las que no permiten que nadie se interponga entre sus planes y cuando alguien externo duda de su valía personal, lo aceptan y siguen adelante de la misma manera. Nunca pondrán fin a las acciones que iban a llevar a cabo, debido a la opinión de los demás.
Cada uno tenemos un tipo de personalidad y cada una de ellas tiene su lado bueno y malo, pero, ninguna es mejor que otra. Es necesario que nos aceptemos tal y como somos, para que todo el potencial que albergamos dentro salga hacia fuera. Creer en uno mismo, es imprescindible para dar el paso de decidirte y atreverte a vivir nuevas experiencias. Nos quedaremos con la duda de saber hasta donde podíamos llegar, si no nos aventuramos a explorar nuevos caminos.
No permitas que un comentario como: “tú no puedes”, te paralice en tus decisiones, ni siquiera cuando esa opinión negativa venga de familiares y personas de gran confianza. Esas malas opiniones deben servirte para impulsar tus ganas de luchar, ya que, si algo no se intenta, no puedes saber si va a salir bien o mal. Cambia el “no puedo hacerlo” por el “creo en mi y lo voy a intentar”. Creer en ti mismo, es el mejor acto que puedes regalarte, porque si tú no crees en ti, tampoco lo harán los demás.
¿Por qué no creo en mi?
Desde que somos niños vamos formando nuestra autoimagen y le vamos dando forma mediante todas las experiencias que vamos viviendo y en gran medida «gracias» a nuestras relaciones con los demás. Pongo gracias entre comillas porque desgraciadamente valoramos como demasiado importantes a las valoraciones de los demás y a sus opiniones sobre ellos, sobre nosotros o sobre lo que se supone que debería ser, por lo que es muy habitual que el concepto que tenemos de nosotros mismos lo abandonamos en manos de otros, dándole más valor a su opinión que a la propia. En este momento es cuando saboteamos nuestra propia imagen y dudamos o dejamos de creer en nuestras capacidades, esas que nos hacen únicos y son la herramienta para lograr nuestras metas y/o deseos.
Como ya hemos comentado, debido a lo que nos dicen los demás, dudamos de nuestras capacidades, actitudes, de nuestro comportamiento y perdemos la nuestra motivación. Todo esto, además, merma nuestra autoestima y hace que no encontremos motivos para seguir adelante persiguiendo nuestros sueños.
¿Qué puedo hacer?
2.- «No puedo», «Es imposible», «Es tan difícil», «Me cuesta», «Si yo fuera capaz…», «Si tuviera, fuera, hiciera… podría», «Ojalá me alcanzara», y tantos otros… ¡Deshazte de estos pensamientos negativos, borralos de tu lenguaje que lo único que hacen es ponerte límites!.
3.- Repite cada mañana, tarde y noche frases positivas: «lo puedo conseguir», «tengo capacidad para realizar este trabajo…», «lo estoy logrando». Al afirmar cambias tus patrones de pensamientos y como resultado tus sentimientos.
4.- Haz que lo que muchos llaman errores en tu caso sean lecciones de aprendizaje y avanza, no te quedes en el papel victimista de «pobre de mí», «¿por qué a mí?».
5.- No tengas miedo de ser tú mismo, de expresar tus ideas, valores, opiniones. Permítete tener tus propias opiniones, pensamientos o actuaciones, sin dejarte influir por las de los demás, aunque las tuyas sean únicas y no compartidas.
Y tu…¿Crees en ti mismo?
Hasta el próximo día!